El sistema de transporte subterráneo inaugurado en enero de 1983 muestra un estado de deterioro inédito a poco menos de cuatro meses del aniversario 40 del inicio de su funcionamiento. 15 años de gestiones que impuso el oficialismo, en los que confluyeron la eliminación de la meritocracia, la falta de mantenimiento, la desinversión y la ausencia de personal capacitado en un contexto politizado, allanaron el camino del colapso