Caracas.- Niños que nacen en la cárcel y luego de tres años son separados de sus madres; hambre, hacinamiento, violencia, revictimización y enfermedades fueron los temas expuestos durante la presentación del informe Cárcel de Los Teques (INOF): un cementerio de mujeres vivas, elaborado por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
El documento, que fue presentado este 22 de mayo en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), expone la crisis carcelaria en la que viven 650 mujeres privadas de libertad en la única cárcel femenina que existe en Venezuela, el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), ubicado en una zona residencial de Los Teques, capital del estado Miranda.
Observatorio Venezolano de Prisiones denuncia hacinamiento en cárceles de Venezuela
Coordinado por el defensor de los derechos humanos Humberto Prado, el OVP expuso que actualmente existen dos celdas de castigo en las que reclusas son sometidas a todo tipo de maltratos. Una es conocida como «tigrito» y la otra «mazmorra», en esta última son encerradas sin luz en un espacio inhabitable, y se les priva de agua y alimentos hasta por tres días.
Casi el doble de población
Para plasmar la realidad de la situación que viven las reclusas del INOF, espacio apto para albergar a 350 mujeres, 650 en la actualidad, el OVP colectó entrevistas de extrabajadores, expresas y familiares de mujeres recluidas.
Según lo detalló el informe, la precariedad en la alimentación es otra de las violaciones de los derechos humanos contra las internas. No consumen proteínas y la comida que reciben a diario se basa en arepas sin relleno o bollos elaborados con harina de maíz de mala calidad, además de granos.
La posibilidad de una correcta alimentación ocurre cuando familiares ingresan con comida preparada, que solo se permite consumir en el área de visitas, es decir, que las reclusas no pueden cocinar ni llevar a sus celdas porciones extras de este tipo de alimentos.
De la crisis alimentaria y precarias condiciones no escapan las internas en estado de gestación. «La alimentación de las reclusas embarazadas es la misma que tienen las demás. Ellas no cuentan con un control prenatal debido a la falta de personal médico adecuado y de equipos e insumos en el servicio de salud de la cárcel», se escribió en el documento.
Embarazos de cuidado
Respecto a los medicamentos que requieren durante el embarazo, deben ser llevados por familiares y también queda a su cargo conseguir citas médicas en el hospital Victorino Santaella, el más cercano al penal, al momento de una complicación y cuando llega el día del parto. Lo mismo sucede con mujeres que padecen alguna enfermedad.
Luego del nacimiento, se le permite a la madre permanecer con sus hijos hasta que tengan tres años, posteriormente son enviados a la Casa Hogar San José y, en ocasiones, entregados a familiares cercanos de la reclusa. No se les permiten visitas continuas de sus niños.
En 2023, reclusas del INOF protagonizaron un motín contra la directora Anyi Martínez, quien fue señalada por tratos crueles y extorsiones contra la población penal. Un año antes, cada interna debía cancelar un dólar semanal para tener acceso al agua potable.
Luego de la protesta, el Ministerio del Sistema Penitenciario ordenó la destitución de la directora y en su lugar, nombró a la que estaba de subdirectora.
Tratos inhumanos contra las presas políticas
De las 21 presas políticas que actualmente hay en Venezuela, 10 se encuentran recluidas en el INOF. «Han sido víctimas de graves violaciones a sus derechos humanos, desapariciones forzadas, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Estas prácticas han tenido repercusiones devastadoras en la salud de las afectadas, desde abortos hasta altos niveles de depresión», reseñó el informe.
Al final del documento, que consta de 95 páginas, el OVP realizó una serie de recomendaciones al Estado venezolano para que cese la crisis que viven las presas.
Entre ellas, destacan la implementación de políticas específicas y adaptadas a las necesidades femeninas dentro del sistema penitenciario, permitir la práctica de visitas conyugales a fin de mantener los lazos familiares, garantizar la protección de la integridad física y emocional de la población penal del INOF.
Además de desmantelar las celdas de castigo por ser contrarias a lo previsto en los estándares internacionales y a la Constitución, respecto al tratamiento digno de las personas privadas de libertad. Facilitar y priorizar las visitas de niños, niñas y adolescentes, reconociendo la importancia de mantener los lazos familiares, entre otras.