Los pacientes que requieren estudios médicos, sean de laboratorio, rayos X, tomografías o resonancias, deben madrugar o pernoctar en el lugar si quieren obtenerlos.
Laboratorio vacío
En el Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera (Hupec), estado Trujillo, no se hacen exámenes de laboratorio desde el mes de abril, cuando se agotaron todos los reactivos. Una simple hematología, estudio de heces u orina se convirtieron en todo un reto para los pacientes enfermos o quienes desean hacerse chequeos médicos preventivos.
Rafael Rangel, personal del laboratorio del Hupec, explicó que remiten a los ciudadanos al Centro de Alta Tecnología (CAT) Dr. Humberto Fernández Morán, ubicado detrás del hospital.
Solo para 15 personas
En este lugar el cupo diario es para 15 personas y se les da prioridad a los pacientes hospitalizados. Muchos pernoctan en el lugar o llegan de madrugada para estar entre los primeros; de lo contrario, les toca pagar en un laboratorio privado.
Si los estudios son más complejos, no se pueden realizar de manera gratuita y deben pagar, de todos modos, porque en las instituciones públicas no hay insumos. En un laboratorio privado, un examen sencillo oscila entre 35 bolívares soberanos y 50.
Otra opción para los pacientes de bajos recursos es el Centro de Diagnóstico Integral, ubicado en el municipio Carvajal, donde las restricciones son similares en cuanto al número de personas que pueden atender y la escasez de materiales.
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Rayos X y resonancias limitadas
María Paredes, quien vive en Jalisco, municipio Motatán, explicó que debió quedarse en casa de una hermana, en Valera, para poder obtener un número bajo, y obtuvo el 15. Se realizó una placa de rayos X en la rodilla, que tiene inflamada por «achaques de la edad», dice. Este lunes 3, mientras esperaba ser atendida por el doctor, indicó que otros pacientes se fueron porque no había papel para realizar placas de columna.
Otra ciudadana, Carla Rosario, con una orden del hospital en la mano, buscaba información en el CAT sobre una resonancia para su hermano, quien se encuentra en silla de ruedas por un padecimiento de la cervical.
Le dijeron que debía llevar dos CD y llegar temprano, pues solo atendían a siete personas por día y en especial a los hospitalizados. El hermano de Rosario había sido dado de alta este lunes. Sus familiares esperaban ahorrarse ese estudio, pues los exámenes de orina, sangre y placas debieron costearlo en centros privados. «Estamos endeudados porque cada semana se van hasta 8 millones en exámenes», manifestó la joven.