Por Nelsly Teheran, del Programa de Formación Nuevos Periodistas.
El silencio y calles vacías caracterizaron a Cumaná, capital del estado Sucre, la mañana del lunes 29 de julio tras el anuncio del Consejo Nacional Electoral en el que adjudicaron la victoria de las elecciones presidenciales a Nicolás Maduro.
Pasadas las 12:00 del mediodía de ese día, la calma fue invadida por una ola de cacerolazos de vecinos que mostraban su descontento con los resultados ofrecidos.
Habitantes de Miramar, Mirador, Mundo Nuevo y otras comunidades de la parroquia Santa Inés, manifestaban desde sus hogares. A estos se le unieron otros sectores pertenecientes a las parroquias Valentín Valiente, Ayacucho y Altagracia.
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En horas de la tarde del 29 de julio, numerosos manifestantes salieron de manera espontánea con sus banderas en una caminata que terminó en el elevado de Cumaná. Allí la gente se congregó para corear consignas y la palabra “Libertad”, sin cesar.
La protesta que comenzó de manera pacífica cambió su rumbo cuando algunos de los presentes prendieron cauchos y trancaron las vías.
Al finalizar la noche del lunes hubo disturbios en la avenida Panamericana de Cumaná, a la altura de la Policía Municipal, en donde se presentaron intercambios de piedras, botellas y bombas lacrimógenas que invadieron la zona y afectó a los habitantes de comunidades aledañas.
Todas estas acciones han dejado 26 detenidos según el Ministerio Público, de los cuales 12 son menores de edad.
El martes 30 de julio una gran masa de ciudadanos respondieron al llamado de la líder opositora María Corina Machado y se reunieron en las adyacencias de La Copita de manera pacífica y en familia.
De allí partieron a las afueras del CNE, ubicado en la avenida Cancamure. Para ese día, la gobernación de Sucre y la alcaldía del municipio con el mismo nombre hicieron un llamado a sus trabajadores a marchar y respaldar los resultados electorales .
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A pesar de que la concentración oficialista había sido convocada para las 3:00 pm, algunos colectivos pasearon cerca de la marcha de simpatizantes de la oposición venezolana, lo que provocó intercambio de palabras y tensión en el ambiente.
Mientras esto ocurría, en varios sectores pertenecientes a la parroquia Altagracia se reportaron varios cortes de la energía eléctrica que algunos vecinos consideraron una “medida de control”.
Para este miércoles 31 de julio el ambiente en las calles de Cumaná estaba cargado de una tensa calma, marcado por el cierre de distintos comercios y poca afluencia de personas en las calles, al tiempo que funcionarios del Plan República se mantienen desplegados para “preservar la seguridad”, según comentó el gobernador de la entidad, Almirante Gilberto Pinto.
Según este mandatario, 10 mil funcionarios estarán desplegados hasta el 15 de agosto, además de mantenerse la Ley seca y la restricción de traslados de maquinaria pesada.
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