La Sociedad Venezolana de Hematología (SVH) denunció la proliferación de bancos de sangre ilícitos que no cumplen con los estándares y controles sanitarios necesarios.
“Abren bancos de sangre en centros comerciales y apartamentos y hay personas que se encargan de transfundir y aparecen de la nada con una neverita, con la sangre, que no se sabe cómo fue procesada, de dónde la obtuvieron, quién hizo y cómo se hicieron las pruebas”, advirtió la hematóloga del Banco Municipal de Sangre y representante del Grupo de Medicina Transfusional de la SVH, Nelly Vásquez de Martín.
La especialista explicó que, por ser un “medicamento esencial”, la preparación de la sangre, desde que se obtiene del donante hasta que sea transfundida, es un procedimiento que amerita un control de calidad estricto.
Subrayó que en el país no hay contraloría ni vigilancia sanitarias, al tiempo de que hizo un llamado a los ciudadanos a no comprar sangre de la que se desconoce su procedencia y si fue tratada correctamente.
“Los familiares desesperados acuden a esos sitios, los envían desde los mismos bancos de sangre y los profesionales de la salud de los hospitales. De buscar la sangre se deben ocupar los bancos. Hay como una red y las personas pagan por una sangre que ni saben de dónde viene”, agregó.
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Asimismo, refirió que quienes recurren a bancos de sangre ilícitos corren el riesgo de que, lo que compren, no sea lo que el paciente requiere.
“De una unidad, sacan tres; es decir, una unidad de glóbulos rojos es separada en tres unidades, por lo cual una sola no será tan efectiva en ese paciente. O, por ejemplo, un paciente necesita plaquetas y le dan plasma rico en plaquetas o plasma fresco congelado”, recalcó.
Vásquez de Martín también denunció que los reactivos utilizados en el país para hacer las pruebas serológicas a la sangre donada no cumplen con los requisitos de calidad y se desconoce el criterio de selección.
“Creo que estamos en el siglo pasado, porque ni siquiera hay los reactivos adecuados; llegan y nadie los evalúa. Antes lo hacían en el Instituto Nacional de Higiene «Rafael Rangel», pero ya no. Eso quiere decir que la comunidad transfusional está seriamente comprometida”, aseveró.
Desde finales de 2018, la SVH ha alertado de que los bancos utilizan bolsas vencidas para almacenar la sangre donada, lo que comprometería su calidad, situación que persiste, según la especialista.
“Aquí durante muchos años se utilizaron bolsas vencidas y eran entregadas desde el propio Ministerio de Salud y quizás quedan aún por allí. Y si no hay bolsas, mandan a los pacientes a comprarlas en otros bancos de sangre, hasta eso hemos llegado. Y si no tienen para hacer la prueba serológica, mandan al donante a hacérsela en algún laboratorio externo al banco de sangre”, afirmó.
Crédito: Vanessa Acosta