Caracas.– La ONG Provea emitió un informe especial sobre la escala y el ascenso de la represión postelecciones en el país, destacando que la cifra de asesinados no había sido tan elevada desde las protestas registradas durante 2019.
“En 2024 el número de asesinados, en apenas cuatro días de protestas, se elevó a 25 personas, mientras que, en cinco meses de protestas reportadas durante el año 2019, Provea registró 61 muertes de manifestantes en distintas circunstancias vinculadas a la realización de reuniones públicas antigubernamentales. La tasa de letalidad contra las protestas en Venezuela ha aumentado dramáticamente”, explica la organización en el documento difundido.
De acuerdo con sus registros, la mayoría de personas asesinadas durante las protestas en rechazo a los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, anunciados por el CNE, fueron en el Distrito Capital, con un total de ocho. Los asesinatos ocurrieron en zonas populares de las parroquias El Valle, San Juan, Macarao, Antímano y Sucre, situadas al oeste y sur de Caracas.
OVP: Gobierno traslada a más de 700 presos políticos a Tocuyito y Tocorón
Provea detalló que mientras en las protestas de 2019 la mayoría de los asesinatos fueron atribuidos -por las alegaciones de testigos y víctimas-, a las temidas y cuestionadas Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, en el breve ciclo de protestas de 2024 diversos testigos señalaron a las agrupaciones paramilitares o colectivos como presuntos responsables de asesinar a 10 manifestantes, y al Ejército Bolivariano, de al menos 7 muertes.
“Esto contradice las afirmaciones difundidas el 21 de agosto por el Fiscal General Tarek William Saab, quien dijo durante una rueda de prensa que el 70% de las personas fallecidas durante las protestas habían sido asesinadas por ‘los grupos delincuenciales’, descartando la responsabilidad de funcionarios, civiles, militares o policiales vinculados al Estado, y sin brindar detalles sobre la investigación”, argumentan.
Otro punto que destacan sobre el ascenso de la letalidad durante las protestas en Venezuela es que, en 2014, del total de personas heridas (1.094) ese año, 138 fueron víctimas de impactos de bala (12,6%). En 2019, cuando se registraron 984 heridos, 271 de ellos fueron heridos de bala (27,5%), mientras que, en 2024, de los 93 heridos registrados por la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), el 40,8% corresponden a heridos de bala.
Provea reiteró que cada ciclo importante de protestas en Venezuela ha tenido como correlato el ascenso de la represión mediante el reforzamiento de los mecanismos de control y judicialización de las mismas.
En esta ocasión, además del uso desproporcionado de la fuerza pública, el Gobierno suma la masificación de la persecución política contra toda la ciudadanía y el uso extendido de la legislación antiterrorista y la Ley Constitucional Contra el Odio para procesar e imputar a cientos de detenidos.