Caracas.- Este miércoles, 16 de febrero, fiscales de Estados Unidos revelaron que el empresario Alex Saab, acusado de ser el presunto testaferro del gobernante Nicolás Maduro y quien está detenido en Estado Unidos por lavado de dinero, era colaborador de la Agencia de Administración de Control de Drogas (DEA por sus silgas en inglés) desde junio de 2018.
Pero, parte de esta información ya había sido revelada en el libro del periodista Gerardo Reyes, Alex Saab la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, publicado en abril de 2021, en la cual detalla que Saab y sus entonces abogados, Abelardo de la Espriella Otero y Richard Díaz, acudieron a varias reuniones con autoridades estadounidenses en busca de demostrar su supuesta inocencia o llegar a un arreglo.
En el capítulo 16 del libro, Reyes indica que Alex Saab se enteró de que estaba en el radar de las autoridades federales de Estados Unidos a principios de abril de 2016, luego de recibir en Barranquilla una breve carta de un informante de la DEA. En esta lo invitaban a reunirse con agentes de esa oficina en presencia del abogado de su preferencia para hablar de sus negocios en Venezuela.
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Saab respondió al remitente que no eran más que “calumnias de las usuales con las que me toca lidiar siempre”. Al mismo tiempo se puso en contacto con el abogado Abelardo de la Espriella Otero, conocido en Colombia por haber sido abogado de los presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, defendido a ministros, actrices, lavadores de dólares, narcos, reinas, empresarios, modelos y líderes paramilitares. También se relacionó con Richard Díaz, un expolicía cubano-americano de Miami: a esta lista se agrega que tiene 20 años de experiencia en la defensa de capos de droga y paramilitares extraditados a Estados Unidos.
Enterado de la nota que Saab había recibido invitándolo a hablar con la DEA, Díaz se puso en contacto con la Fiscalía de Miami y los fiscales le confirmaron que Saab era “una persona de interés”. El periodista Gerardo Reyes asegura en su libro que Díaz y De la Espriella pusieron a Saab a hablar con los agentes federales y que este respondió largos y meticulosos cuestionarios en reuniones con funcionarios del FBI y de la DEA.
Asimismo, hace la salvedad de que Alex Saab no fue firmado como informante por el gobierno de Estados Unidos sino que actuó como testigo o fuente en reuniones que se realizaron en Colombia, Italia y las Bahamas. “Estaba tan seguro de su inocencia que no necesitaba un acuerdo de inmunidad”, comentó una fuente que siguió las conversaciones al periodista.
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Durante las primeras reuniones con los agentes, Saab debió presentar documentos que justificaran sus ingresos. Mostró los contratos con el gobierno de Venezuela, cuentas bancarias y registros de su contabilidad interna. Los abogados defensores de Saab aseguraron que lo vieron desenvolverse con habilidad cuando respondía a los cuestionamientos de los agentes, detalla el libro Alex Saab la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro.
Una fuente cercana al gobierno de Estados Unidos le comentó a Reyes que en un esfuerzo por despistar a los venezolanos en caso de que Saab decidiera entregarse, se analizó la posibilidad de que lo hiciera en altamar en medio de un arresto pactado. El empresario saldría a navegar desde las costas colombianas a bordo de un yate y allí sería detenido por autoridades estadounidenses.
El abogado de Saab, Baltasar Garzón, negó en una entrevista con la periodista Patricia Janiot que su cliente hubiera tenido tratos con los fiscales antes de la acusación. “Lo niego categóricamente hasta donde yo conozco”, dijo. “A veces las fuentes no son tan fiables como aparentan”, agregó en referencia a las personas que detallaron a Univisión los encuentros.