Brasil.- El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, es un problema de Venezuela y no de Brasil, por lo que no puede continuar preocupándose por la política del país vecino, con el que han surgido tensiones diplomáticas.
«Tenemos que tener mucho cuidado cuando lidiamos con otros países y otros presidentes. Yo creo que Maduro es un problema de Venezuela, no un problema de Brasil«, declaró en entrevista con la cadena de televisión RedeTV, retransmitida la noche del domingo, 10 de noviembre.
Lula afirmó que solo quiere que Venezuela viva bien y que sus autoridades cuiden de los ciudadanos con dignidad, pero buscó alejarse de la crisis desatada tras el cuestionado triunfo electoral de Maduro, que no ha sido reconocido por Brasil ante la falta de difusión de las actas.
Pasos que ha dado Brasil en su relación con Venezuela antes y después de las elecciones del #28J
«No puedo continuar preocupándome. Un día pelearme con Nicaragua, otro con Venezuela, otro no sé con quién», aseguró, antes de decir que su responsabilidad era luchar para que Brasil vaya en la dirección correcta.
Después de que el Gobierno brasileño vetó la entrada de Venezuela como miembro asociado del grupo de países emergentes Brics, las autoridades venezolanas criticaron el injerencismo del país vecino y llamó a consultas a su embajador en Brasilia, Manuel Vadell.
En octubre, el Gobierno de Venezuela convocó a consultas a Vadell tras las declaraciones del jefe de asesoría especial para Asuntos internacionales del Gobierno brasileño, Celso Amorim. Amorim dijo, en principio, que la victoria de Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio no puede ser reconocida.
Además, la Policía Nacional Bolivariana publicó una imagen con una silueta de Lula sobre la bandera de Brasil, en la que escribió «el que se mete con Venezuela se seca».
El gobierno de Lula criticó el tono ofensivo y dijo que el uso de ataques personales, en vez de los canales políticos y diplomáticos tradicionales, no se corresponde con la forma respetuosa con que el Gobierno brasileño trata a Venezuela.
Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano declaró el triunfo de Maduro en los comicios del 28 de julio, el mandatario brasileño ha intentado mediar en el conflicto y reclamado que las autoridades del país caribeño publiquen las actas electorales, un pedido que ha sido ignorado.