Caracas. El gobierno de Nicolás Maduro tachó de «injerencistas» las declaraciones del jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, y de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, sobre el funcionamiento de las instituciones en el país.
A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó ambos señalamientos por considerar que constituyen una intromisión en asuntos internos del Estado venezolano.
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«La obsesión que ambas instancias internacionales denotan con respecto a Venezuela, refleja un inaudito sesgo y una evidente carencia de rigor diplomático y profesional», indica el comunicado.
El texto añade que se trata de «posiciones injerencistas» que pretenden «interferir en los procesos que adelanta el sistema de justicia venezolano para salvaguardar las instituciones democráticas y la paz social».
Destaca además que se trata de «opiniones políticas» que «representan un llamado a inobservar las leyes y normas del ordenamiento jurídico venezolano y se traducen finalmente en soterrados apoyos a los actores políticos violentos que han atentado contra la estabilidad y la democracia venezolana durante todo el año 2019″.
El gobierno de Maduro insta también a Borrell y a Bachelet a ocuparse de los «sucesos graves que ocurren en la región, como la judicialización política contra el presidente Evo Morales, la represión y las evidentes violaciones a los derechos humanos que se suceden casi a diario tanto en Bolivia como en Chile y Colombia».