Tarek William Saab, durante la rueda de prensa sobre la muerte de Canserbero, habló de levantamientos planimétricos; “contundentes” simulaciones de caída libre; ensayos de luminol, una exhumación del cadáver del cantante, autopsias varias incluida una 3D… Entonces, ¿por qué se muestran solo las confesiones y ni una sola prueba técnica?
Por: Leonor Suárez
En un país donde las opiniones abundan, a veces lo mejor que se puede hacer en una columna (de opinión) es no opinar. Por eso, como una manera de inaugurar el 2024 me niego a redundar. Rechazo darle más foco a los personajes, a los dimes y diretes de los “expertos de internet” o alimentar una teoría conspirativa más sobre la muerte de Canserbero.
Tampoco pienso tomar como válidas las confesiones de los hermanos Améstica dadas robóticamente a cámara, sin sus abogados y obtenidas después de largas sesiones de interrogatorios de madrugada.
De todas las lecciones de derecho penal, hay un axioma que dice: “A confesión de parte, relevo de prueba”. Uno que suena contundente y eficaz, pero que en la escuela de Derecho enseñan a olvidar pronto. La confesión es la madre de todas las pruebas, pero no necesariamente la verdadera ni la más contundente frente a otras como la ciencia. Aunque en la reciente Navidad el relato de Natalia y Guillermo Améstica, admitiendo el asesinato de Tirone González y Carlos Molnar, fuese presentado por el Fiscal con la autoridad de una sentencia.
Tarek William Saab dijo en su rueda de prensa/sentencia, adornada con elementos de entretenimiento como una canción del rapero estadounidense Tupak Shakur o un medley de Canserbero, que había realizado 110 diligencias en dos meses.
Habló de levantamientos planimétricos; “contundentes” simulaciones de caída libre; ensayos de luminol, una exhumación del cadáver de Tirone González, autopsias varias incluida una 3D… Entonces, ¿por qué se muestran solo las confesiones y ni una sola prueba técnica?
En cambio, por caída libre, vimos el video de un muñeco lanzado por una ventana; por exhumación, unas fotos en el cementerio y, por autopsia, solo fotos del fiscal con la familia del rapero. Todo debidamente documentado en tuits publicados en sus redes sociales.
¿Qué pasó, por ejemplo, con la tan nombrada autopsia virtual que incluye una reconstrucción en 3D del cuerpo de Canserbero? No se ha mostrado la primera foto de esta experticia que reveló, según el fiscal, que el rapero murió antes de caer por la ventana.
Tampoco hemos visto un solo plano de la escena, supuestamente alterada, el día de los hechos con ayuda de funcionarios de la administración anterior (actuales enemigos del gobierno). Solo declaraciones y más declaraciones. Y par de confesiones, que son también versiones.
Durante una rueda de prensa el fiscal Tarek William Saab anunció los resultados de su investigación, su protagonismo en el interrogatorio que llevó a la confesión y su admiración por el rapero venezolano.
Oportunidad que aprovechó también para amenazar a los medios de comunicación que mantuvieran publicaciones sobre la tesis inicial de homicidio/suicidio a la que llegó la Fiscalía en 2015. “No pueden estar en noticias en internet o en medio alguno que él mató a Carlos Molnar, porque eso es también un delito, porque están mintiendo. Deben borrarla ya”, repitió visiblemente molesto. Pero, estimado fiscal, lo que necesitamos es justamente lo contrario. Necesitamos ver archivos.
Señor Tarek, Fiscal, poeta, hippie, libre, escritor… si está tan confiado de sus hallazgos, muestre pues el expediente. En primer lugar, en un juicio. Un juicio oral y público donde no solo los escabinos o el juez, sino periodistas todos, tengan acceso al legajo y a las otras pruebas, además de la confesión que sustentan su tesis.
Lleve su caso, como debe, a los tribunales. Defienda sus pruebas, sus expertos y exija formalmente justicia donde corresponde, como pide su cargo.
En segundo lugar, entregue el expediente a los periodistas, a organizaciones de investigación independientes que puedan corroborar y dar validez o cuestionar sus conclusiones, de eso se trata la justicia imparcial. Es quizás lo único que podrá arrojar una luz desinteresada a esta mediática muerte.
En este caso, las opiniones sobran. Solo queda admitir lo que no sabemos y exigir transparencia a quien tiene en sus manos las pruebas: Tarek, muestra el expediente de Canserbero.
LEONOR CAROLINA SUÁREZ / X: @LeonorSuarez / Instagram: leocarosuarez
Estratega de contenidos, escritora y guionista radicada en EE UU. Licenciada Cum Laude en Derecho de la UCAB y máster en Comunicaciones de University of Florida. Cuenta con más de diez años de experiencia en periodismo digital y producción audiovisual. Fun fact: participó en Miss Venezuela 2004.