La gestión gremial saliente busca repetir mediante dos de las tres candidaturas aunque no ha sido transparente. Ni en el manejo financiero ni en la asignación de beneficios y prebendas para la directiva, que distan mucho del salario de los profesores universitarios. En 2013 se exigió la rendición de cuentas en asamblea de agremiados, pero esa explicación nunca llegó.
Por: Angeyeimar Gil
El próximo 6 de octubre la UCV vuelve a unas elecciones. Los profesores universitarios activos y jubilados podrán elegir a sus representantes. Se elige —entre otros— la directiva de la Asociación de Profesores de la UCV (APUCV). Organismo de carácter gremial que tiene a su cargo el Instituto de Previsión Profesoral (IPP), la caja de ahorro y el Centro Educativo de la APUCV, entre otros. No es cualquier cosa lo que se somete a elección.
Las últimas elecciones de la APUCV se realizaron hace 14 años, ganando Víctor Márquez para un segundo periodo. Desde 2008 (cuando llegó al cargo) los cambios en la dinámica nacional han sido profundos y drásticos. En el gremio profesoral de la UCV también, principalmente en relación a los beneficios y la seguridad social.
Los logros —alcanzados con esfuerzo— años atrás, que le dieron al ser “profesor de la UCV” una categoría superior, de movilidad social para muchos, desaparecieron. Con ellos, también desapareció la carrera docente como forma de vida y aporte social. Es un chiste decir que se cuenta con seguro médico como profesor de la UCV. También lo es pensar en ascender en los escalafones docentes.
Hay una responsabilidad nacional en esto, pero ¿acaso cabe duda de que la directiva de la APUCV no tiene una cuota de responsabilidad? Sin embargo, dos de las tres candidaturas son de continuidad de la misma gestión. Pero hagamos un balance.
El Centro Educativo de la APUCV (CEAPUCV) se creó con una idea de servicio asistencial. Fue una política para garantizar que cada profesor dedicara el tiempo necesario a la docencia, investigación y extensión, mientras sus hijos recibían una educación de calidad. Contaba con de horario completo, comedor, actividades extraacadémicas y docentes con buenos salarios,
Esa fue la realidad hasta 2011. Luego vino el declive y hoy es un servicio de medio día, sin comedor, sin piscina ni transporte, con unos docentes que trabajan por vocación de servicio y no porque su salario merezca la pena.
Así como el Gobierno destruyó la universidad para aparecer luego como el salvador, con la reestructuración en ciernes, la APUCV hace lo mismo con el CEAPUCV, en cuyo caso la intención manifiesta es forzar su privatización como única alternativa para que siga existiendo.
Adicionalmente, la gestión gremial saliente, que busca repetir mediante dos de las tres candidaturas, no ha sido transparente, ni en el manejo financiero ni en la asignación de beneficios y prebendas para la directiva, que distan mucho del salario de los profesores.
En 2013 se exigió la rendición de cuentas en asamblea de agremiados, pero esa explicación nunca llegó.
Definitivamente, hay más patas cojas en el gremio y sus beneficios, que logros. Incluso, hoy sabemos que fue un fracaso la decisión de luchar contra la dictadura como preeminencia, en detrimento de la lucha por los derechos laborales del profesorado de la UCV, que es en definitiva su razón de ser.
Ambos frentes podían y debían potenciarse y hoy quizás el papel de la UCV sería distinto en la lucha por la autonomía, el salario y por la salida de la dictadura.
Rescatar el gremio para los intereses del profesorado
Más allá de los apoyos públicos, de las opiniones de las personalidades más sobresalientes de la universidad y del alcance de las campañas, que hoy abundan en redes sociales y que inclina la balanza en favor de unos o de otros, los profesores de la UCV deben acudir al llamado a renovar la APUCV. Pero renovarla de verdad.
Que sea una asociación que represente a los agremiados, que luche y conquiste mejoras en las condiciones de vida de los profesores, por una seguridad social no privatizada y el salario correspondiente, esto supone conciencia.
Las elecciones se han convertido en un acto de apoyos de amistades, de afectos y de simpatías, en las que las propuestas y proyectos realmente no importan.
En el extremo más detestable de la política venezolana, la elección de por quién votar, radica en que sean chavistas u opositores. Y en ambos bandos, no importa mucho quién es o qué ofrece, si es corrupto o no, porque lo que importa es responder a la artificial parcialidad.
Por otro lado, son un mecanismo de ascenso social para los candidatos, es un negocio y lo que define los apoyos es el marketing y no las propuestas. Dejó de ser una oportunidad para trabajar por el bienestar colectivo.
La UCV, sus profesores activos y jubilados deben ser ejemplo de democracia y de coherencia entre lo que aspiran y lo que eligen para materializar esa aspiración. No es cosa sencilla en la dinámica venezolana y las maneras politiqueras de enfrentar los comicios electorales, pero es lo que necesita el país y todas sus instituciones.
Lo que debe ser la APUCV
- Una asociación gremial que vela por la progresividad de los derechos de su gremio.
- Un espacio de participación constante y de decisiones colectivas.
- Incidir y organizar a la universidad para rescatar el salario.
- Promover la carrera docente, para lo que será necesario conseguir la mejora salarial, pero también retomar los servicios sociales que otrora tenían eso como justificación, es el caso del CEAPUCV, debemos rescatarlo y que vuelva a prestar servicio asistencial.
- Exigir a la Universidad y al Estado que cumplan con sus responsabilidades con los profesores universitarios.
- Disminuir los beneficios a la directiva de la APUCV, que su labor vuelva a ser gremial de ejercicio de la política por el bien común de los agremiados, sin que se creen brechas de acceso a condiciones de vida entre la directiva y los agremiados.
- Transparencia en el manejo de los recursos y rendición de cuenta con base en los agremiados.
- Potenciar los servicios médico-odontológicos, que sea una alternativa real y no un dolor de cabeza.
- Retomar el espíritu cultural, recreativo, deportivo y de esparcimiento del IPP para mejorar la salud de los profesores.
- La APUCV debe asumir el compromiso de rescatar el espíritu crítico de la universidad, la carrera docente y la defensa de la autonomía universitaria y la universidad pública, gratuita, democrática y de calidad.
- Y de la mano ser un aporte para la lucha contra la dictadura, sus practicas represivas y de destrucción del país.
ANGEYEIMAR GIL | @angeyeimar_gil
Docente de la Escuela de Trabajo Social de la UCV. Trabaja como investigadora en la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna)
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