Una pipa de agua limpia, equivalente a 200 litros, la venden hasta en dos dólares en Maracaibo, donde Hidrolago distribuye desde hace un mes el agua de color marrón debido a los altos niveles de sedimentos.
El precio varía según la zona; en la parte sur y oeste de Maracaibo exigen un dólar por la pipa, mientras que en el este y el norte piden el doble.
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El agua que venden los comerciantes privados es dulce y proviene de unos pozos que están en la zona baja del municipio San Francisco. La compran a aguadas privadas autorizadas para comercializar el líquido, y cobran siete dólares por el llenado de un camión cisterna.
“El agua limpia nos sale más cara, porque tenemos que ir para El Bajo en San Francisco y traerla pa’ Maracaibo. Allá nos cobran siete dólares por llenar y además de eso hay que sumarle lo que se gasta en gasoil. Tenemos que pagar 10 dólares pa’ que nos llenen el tanque del camión”, aseguró el chofer de un camión cisterna que se dedica a vender agua desde hace 15 años.
En los llenaderos de la Hidrológica del Lago, empresa encargada del servicio, se distribuye agua marrón claro y cobran tres dólares por el llenado del cisterna. “La gente no quiere esa agua, porque no sirve”, agregó el comerciante.
Los marabinos reciben desde los primeros días de diciembre agua marrón. El presidente de Hidrolago, Jorge Silva, reconoció el 18 de diciembre en entrevista con El Pitazo que no debería usarse para el consumo y explicó que la turbidez del agua se debió a que a los embalses llegó agua con altos niveles de sedimentos y que se fue por la red de tuberías.
Solo efectivo
El agua se paga en dólares y los comerciantes exigen el efectivo. Alegan que ellos carecen de cuentas bancarias y que el pago del gasoil y del agua también les exige el físico.
Karlin Pérez, habitante del sector Milagro Norte, pagó 10 dólares por llenar un tanque de 1.000 litros. “Es muy caro y además obligado te exigen los dólares en efectivo. Y ese tanque me dura cuando mucho cinco días”, dijo Pérez, quien no recibe agua por tubería desde hace un mes.
Miles de marabinos como Pérez no usan el agua que distribuye las cisternas para consumir y se ven obligados a comprar las recargas de los botellones de agua que las venden entre 300.000 y 1.000.000 de bolívares.
El jefe de Hidrolago explicó que las fallas en la distribución de agua obedece a las limitaciones que hay en la Planta Potabilizadora Fabricio Ojeda (Planta C) por los trabajos de modernización y ampliación que se le hacen.
“Nosotros debemos producir entre 8.000 y 9.000 litros de agua por segundo para atender a la ciudad, pero apenas estamos produciendo entre 3.000 y 4.000 litros por segundo, por eso no podemos cumplir por completo el servicio de agua en todas las zonas”.