San Felipe.- Una comisión de la Sundde-Yaracuy practicó la tarde del 8 de julio una inspección en la cadena de supermercado Central Madeirense, luego de recibir denuncias de consumidores sobre presunta alteración en el precio de productos de primera necesidad: sujetos a regulación desde aproximadamente dos meses.
Productos como la pasta, el arroz, el azúcar, la margarina, la harina de maíz, la mayonesa y la salsa de tomate tenían una alteración mayor de 30% en el precio, según informaron inspectores de protección al consumidor a través de un comunicado emitido este jueves 9 de julio por la Coordinación de Medios e Información de la gobernación del estado Yaracuy.
Obligados a bajar precios
Tras ser detectada la irregularidad en la lista de facturación, gerentes de la cadena de supermercados a escala nacional se vieron obligados a bajar los precios.
Funcionarios que participaron en el proceso de inspección explicaron que al comercio se le aplicó el ajuste de precios como medida preventiva contemplada en el artículo 70, numeral 5 de la Ley Orgánica de Precios Justos en aquellos productos alimenticios que se observaron con alteración en su costo.
Supervisión en otros comercios
El equipo reporteril de El Pitazo conversó la tarde de este 9 de julio con varios consumidores, quienes solicitaron a trabajadores de la Sundde-Yaracuy supervisar los comercios de la avenida Libertador.
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Julia Martín, consumidora, destacó que en el área comercial del municipio San Felipe e Independencia existe mucha disparidad en el precio de los artículos de primera necesidad.
Dijo que en el caso de la harina de maíz precocida en algunos comercios el producto se vende en Bs. 145.000, mientras que en otros locales la consiguen en Bs. 160.000 a Bs. 170.000.
«Es necesario que las fiscalizaciones a comercios dedicados a la venta de alimentos sean fiscalizados cada 15 días para evitar abuso en los precios de alimentos», comentó Martín.
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Por su parte, el comprador Jonny Ocando, del municipio Independencia, explicó que un kilogramo de queso supera el salario básico y, en algunas charcuterías no les venden el kilo completo al consumidor.
«Debe haber un control no solo el el costo de los productos sino también en el peso y en las máquinas registradoras porque en la mayoría de los abastos, charcuterías y carnicerías no ofrecen el ticket de compra», denunció el ciudadano.
Adicionalmente, El Pitazo pudo conocer que los comercios que cuentan con Biopago presuntamente maltratan al consumidor por lo engorroso que es el proceso de compra a través de esa modalidad.