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jueves, 28 marzo, 2024

Falcón | Derrames petroleros en las costas han contaminado playas y alejado las especies marinas

En los últimos dos años, los pescadores pasaron de obtener de 50 a 60 kilos de pescado durante una faena, a cinco kilos o menos porque el ecosistema marino está contaminado y se alejan las especies; tampoco pueden ir muy lejos debido a las condiciones de las embarcaciones y los motores

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Punto Fijo.- Los pueblos pesqueros del estado Falcón, al occidente de Venezuela, registran 12 derrames de petróleo en los últimos dos años a consecuencia de las roturas de las tuberías que llevan suministro desde la refinería Bajo Grande en Zulia hasta el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), esto debido a la falta de mantenimiento preventivo a las tuberías submarinas que recorren el golfete de Coro y perjudican a unos ocho pueblos pesqueros.

El 28 de junio fue reportado por los pescadores otro derrame, el número 12 en los últimos dos años. Esta vez ubicado a un kilómetro de las costas de Tiguadare en la Península de Paraguaná. Este sector está conformado por 10 lanchas y 47 familias que viven de la pesca artesanal. Según contaron a El Pitazo, fueron afectadas en marzo de este año por un gran derrame en la misma tubería que llegó a la orilla de la bahía, por lo que perdieron la mayor producción del año.

Están seguros de que la pesca ya no es la misma debido a los derrames de crudo. Anteriormente, por estas fechas lograban de 50 a 80 kilos de jurel; actualmente deben ir a tres kilómetros de la bahía para obtener algo de alimento para sus hogares y llegan a tierra, luego de una noche de faena, con apenas cinco kilos de pescado.

Aunque no son productores de camarones, como sus pueblos vecinos Tacuato y Río Seco al otro lado del estado Falcón, la captura de esta especie ha mermado por la misma situación; incluso, en la población de Tacuato, ya el petróleo se ha asentado en las arenas y esto acabó con la cría de camarones.

Antes de este nuevo bote, que recorrió dos kilómetros de playa y que no ha sido reparado por Pdvsa, se localizó uno a un kilómetro de Río Seco y que fue tapado 15 días después en un arduo trabajo que ejecutaron buzos de Pdvsa Zulia con apoyo de los pescadores de Punta Cardón. La reparación consiste en poner grapas de acero con goma espuma y sacos de arena para contenerlo, pero no se hace un saneamiento a las costas y el petróleo queda asentado en las arenas dañando el ecosistema marino.

Pese a que se hacen los correctivos en las tuberías que datan de los años 1970 y requieren cambios completos, pescadores denuncian que esto no es una solución a largo plazo, ya que al descubrirse un nuevo bote de crudo, la primera acción que toma Pdvsa es cerrar el suministro para evitar más daño; sin embargo, una vez reparada la fuga, se vuelve a transferir y la presión causa una nueva fuga.

Los pescadores de la bahía de Tiguadare explicaron a El Pitazo que se han hecho todas las diligencias para exigir a Pdvsa que se hagan correctivos que beneficien al colectivo y dejen de dañar el ecosistema marino, pero en varias visitas que han hecho a la comunidad ellos informan que no cuentan con la inversión para hacer la restitución de todo el sistema de Suministro Falcón-Zulia (Sufaz).

Al menos 1.468 hombres forman parte de las organizaciones que hacen vida en el Golfete de Coro, hacia la Península de Paraguaná (Punta Cardón, Tiguadare, Cayude, Prudenico y Médano Blanco); los mismos que han tenido que ir mar adentro para poder lograr un poco de especies. Hoy aseguran que hace unos cuantos años no logran grandes cantidades.

Pdvsa solo se ha reunido con occidente

Por los pescadores de Río Seco, se conoció que Pdvsa occidente se ha reunido en varias oportunidades durante el mes de junio con los representantes de los consejos del occidente de Falcón, pero no han sido tomados en cuenta los de la Península de Paraguaná.

Hasta la publicación de esta información, los pescadores de la Península de Paraguaná no habían recibido ninguna llamada de Pdvsa en aras de atender sus necesidades; aseguran que es indispensable cambiar las tuberías del proyecto Sufaz porque en los últimos dos años se ha comprobado que están muy deterioradas y las reparaciones no son suficientes para evitar los derrames.

También creen indispensable un plan de beneficio para ellos y sus familias, que son los que no dejaron trabajar durante la pandemia por COVID-19; hacer limpiezas y mejoras al mar donde se han detectado los derrames de crudo para recuperar la biodiversidad y ofrecer beneficios a los pescadores que están en las áreas cercanas a las refinerías, porque han sufrido daños y pérdidas de lanchas, chinchorros y materiales que han dejado inoperativas al 40% de las embarcaciones.

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