Barquisimeto.- Tito Ospino recorrió 7 estaciones de servicio en el centro de Cabudare y Barquisimeto antes de ingresar a una cola para echar gasolina la mañana de este martes, 31 de diciembre. Finalmente, optó por la más corta que encontró, en la estación de servicio Churún Merú del Este, en la capital larense.
“Y es que la pegamos”, exclamó el conductor desde su vehículo, tras llevar apenas 30 minutos en la fila a las 12:45 p.m. Otros 5 conductores consultados por El Pitazo indicaron un tiempo de espera similar, lo que reflejó una reducción en las colas en esta estación de servicio en comparación con el día anterior, cuando un extenso laberinto de vehículos se extendía por toda la urbanización Nueva Segovia.
En el lugar, José Colmenares comentó que en las últimas semanas es la primera vez que había visto una cola tan corta. “Hace cuatro días, la última vez que me surtí de combustible, me paré a las 3.00 a.m. y logré llenar el tanque a las 8”, relató.
Un panorama más desalentador enfrentaban los conductores en la estación de servicio Valle Hondo. Algunos decidieron llegar a la cola desde las 4.00 a.m., pero a las 6:20 a.m. la estación ya se había quedado sin combustible. Un grupo de bomberos, que también esperaba la llegada de la gandola de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) con gasolina, confirmó la situación.
Indicaron que no había reducción en el suministro, aunque no supieron explicar la razón de las largas colas. “Desconozco”, fue la respuesta de uno de ellos.



Sin embargo, una fuente ligada a la distribución de combustible, que solicitó resguardar su nombre, indicó en un reportaje para El Pitazo que los volúmenes han disminuido aproximadamente a la mitad. “Han bajado los volúmenes de distribución en más o menos 50 %, de acuerdo con las programaciones”, aseguró.
Daniel Idigoraz, otro conductor en la cola de Valle Hondo, llegó a las 4:45 a.m., pero a las 6:20 se quedó sin poder llenar el tanque. Le informaron que la gandola llegaría entre las 11.00 a.m. y la 1.00 p.m., pero a las 1:20 aún esperaba. “Esto es un tema de nunca acabar”, expresó con resignación. Finalmente, aguardó unos minutos más antes de retirarse para disfrutar la reunión familiar típica de estas fechas.
Los motorizados tampoco escaparon de la situación. Yonny Suárez, de 65 años, esperaba desde las 7.00 a.m., pero a la 1:30 p.m. aún no había podido echar gasolina.
En esta última estación de servicio, la celebración del fin de año ha quedado empañada por la imposibilidad de acceder al combustible, lo que afectó a gran número de usuarios.