Por: Andrea V. González G.
Caracas.- La venezolana de 27 años, Mayi Eloísa Martínez (@mayielo), recibió el premio de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (Ibby) en Chile por su novela Apartamento 11. Aunque contaba con un precedente de reconocimientos anteriores, la joven se destacó al conseguir la Medalla Colibrí 2020, un galardón que se otorga a los mejores libros infantiles y juveniles editados en el país, durante el año anterior.
“Aunque nunca había escrito para niños, me aventuré a escribir esta novela y la metí en 2019 al concurso Barco de Vapor de SM Chile ¡y gané!”, cuenta Martínez. Posteriormente, el libro fue publicado y logró el reconocimiento de Los Mejores, del Banco del Libro en Venezuela (2020); Fundación Cuatrogatos en Miami (2021) y, ahora, consigue la Medalla Colibrí de Chile (2020). Esta última otorgada por la organización más importante en el ámbito de la literatura juvenil e infantil de la nación austral.
“Primero me enteré por las redes sociales y fue muy confuso, no me lo creía. Después me emocionó mucho”, asegura Martínez. A pesar de los galardones conseguidos, la joven resalta que ganar la Medalla Colibrí de IBBY Chile formó parte de sus expectativas y aspiraciones, ya que la distinción premia la literatura del lugar donde actualmente reside. “Estoy muy contenta de haberlo logrado”, afirma.
En la categoría ficción infantil, la novela cuenta la historia de dos niños que permanecen en un departamento mientras ocurre un conflicto social fuera. En paralelo, suceden distintos hitos en la narración producto del disturbio al que su madre, como periodista, debe dar cobertura en las calles. “Aunque en el libro no digo que eso pasa en Venezuela, sin duda, está basado en mi propia vivencia y la de tantos venezolanos”, destaca la autora.
“Soy venezolana y eso está en mí, en mi forma de escribir, en mis historias”, asegura Martínez. La joven vivía en Chacao y estudiaba Psicología en la Universidad Central de Venezuela (UCV). “Mi papá y mi mamá son escritores, ella además es periodista, por lo que la relación con las letras estuvo siempre en mi casa”, cuenta. En 2014 la familia decidió emigrar debido a la inseguridad que presentaba el país. Ya establecida en Chile, Mayi comenzó sus estudios en traducción.
Posteriormente, la joven inició un diplomado en Literatura Infantil y Juvenil, para continuar con estudios en enseñanza de español como lengua extranjera de la Universidad Católica de Chile (UC). “Este año también gané una beca que da el Fondo Nacional de las Artes de Chile para hacer otra novela infantil y juvenil y estoy trabajando en ella en este momento”, relata Martínez.
Al mismo tiempo, la escritora trabaja cuidando y enseñando a niños, mientras se propone cursar un magíster de Escritura Creativa en Estados Unidos. “Quisiera poder dedicarme a la escritura siempre. Quisiera poder ir a Venezuela también”, expresa. Al preguntarle qué extraña del país, manifiesta brevemente: “Caminar de la Universidad Central de Venezuela hasta Chacao, tomando chicha (…) Demasiadas cosas en verdad”.