Caracas.- La incertidumbre de Edwel Chirinos sigue intacta desde hace un mes, cuando recibió la noticia de que su esposa Luz Asleidys Steile Arguelles y su hija Lusied habían fallecido en la selva del Darién.
Desde ese momento, ya su meta no era reencontrarse con ellas en Estados Unidos, sino poder repatriar sus cuerpos a Venezuela. Aunque el cuerpo de su esposa apareció a principios de agosto y fue cremado en Panamá, el de su hija sigue desaparecido.
«Yo solo quiero que aparezca mi hija, no saber dónde está es un dolor muy grande, que solo yo sé lo que se siente. No quiero dinero ni comida, solo les pido a los gobiernos que me ayuden a encontrar a mi hija y a repatriar los cuerpos de ambas a Venezuela», comentó entre lágrimas Edwel Chirinos en una entrevista para Univision 32.
Por ahora espera que con ayuda de las autoridades panameñas, al menos, pueda llevar el cuerpo de su esposa a Venezuela, donde lo recibirá su mamá, en el estado Falcón.
Edwel Chirinos llegó a EE. UU. hace nueve meses después de una larga travesía; de permanecer ilegal en Panamá durante cinco años y pedir asilo de manera infructuosa en países de Centroamérica, como Nicaragua y Costa Rica.
Pidió a su esposa no entrar al Darién
Cuando llegó al país norteamericano, Edwel trabajaba con el propósito de poder llevar a su esposa e hija a su lado. Sin embargo, la desesperación y la situación económica de Venezuela obligó a Luz Steile a buscar otras opciones y tomar la peligrosa ruta de la selva del Darién.
Pese a que Edwel le pidió a su esposa que no hiciera este recorrido, ella lo hizo. Antes de entrar a la selva, en un último contacto telefónico, le pidió que cuidara a su hija, pues sabía lo peligroso que era el paso que separa a Colombia y Panamá.
La última información que tuvo de ambas fue una fotografía en la que aparece la niña, de tres años, en una moto, un video antes de entrar a la selva y una en la que aparecen los cuerpos de ambas en la orilla de un río.
Según el testimonio de una persona que hizo contacto con Chirinos, los cuerpos fueron arrojados al río para que las autoridades lograran hallarlos con mayor rapidez y no quedaran estancados en la orilla.
Luz Steile y su hija fueron arrastradas mientras dormían dentro de una carpa y, a pesar de que un hombre intentó de socorrerlas, no pudo y también falleció. Ambas forman parte de los 14 venezolanos que no han logrado atravesar el Tapón del Darien en lo que va 2022.