Caracas.- Daniel, un venezolano, recibió una prohibición de reingreso a Estados Unidos por cinco años luego de acudir a su cita a través de la aplicación CBP One, en la que solicitaba entrar al país en busca de asilo. Sin embargo, tras la entrevista, fue deportado a México.
El gobierno de Joe Biden anunció en mayo la imposición de castigos más duros: cinco años sin la posibilidad de reingresar a su territorio si se ordena su deportación por entrar por vías irregulares.
El joven, de 19 años, narró su experiencia en una entrevista con Judith Torrea, periodista independiente en Ciudad Juárez. Pasó a una oficina donde le hicieron varias preguntas y tras la entrevista le dijeron que sería expulsado a México y que no podría reingresar a Estados Unidos por cinco años. Si intentaba hacerlo, la prohibición se extendería a veinte años.
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La aplicación conocida como CBP One es utilizada para que migrantes soliciten asilo en Estados Unidos desde México. Una vez que se registran, acuden el día de su cita asignada a un puesto de entrada en la frontera entre México y Estados Unidos para comenzar el proceso de solicitud, que incluye una entrevista de miedo creíble.
Tras el anuncio del Gobierno estadounidense en mayo, abogados temían que los migrantes se vieran en grandes apuros para enfrentar entrevistas como la del venezolano, a pesar de las garantías de la administración Biden, de que tendrían acceso a un abogado.
Sostuvieron que las personas llegaban a la frontera para solicitar asilo sin estar preparadas para contar una historia convincente bajo el Título 8, que permite la expulsión acelerada.
Una de las preguntas hechas al joven era que si corría peligro en su país de origen o en México. «Dije que no. No sabía qué decir (…) Respondía que no a las preguntas que yo consideraba (…) Me preguntaron si corría peligro en México o Venezuela y yo inocente dije que no, pero porque no tengo problemas con nadie. No entendí la pregunta«, explica.
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El joven Daniel, quien no menciona su apellido, acudió a su cita el mismo día que su primo y cuatro conocidos. Asegura que a él fue al único al que entrevistaron y a los demás los dejaron ingresar al país.
«Me puse nervioso. Quede como en shock porque no sabía por qué sólo a mí me llamaron a un cuarto solo. Mi primo y compañeros retiraron sus papeles tranquilamente. Me puse nervioso», explica.
El venezolano afirma que no quiere regresar a su país y que prefiere quedarse en Ciudad Juárez trabajando. «No quiero regresar a Venezuela, por lo menos aquí trabajo una semana y puedo comer bien, comprar ropa, medicamentos y lo que necesite. En Venezuela no», dijo.