Caracas. Mariela Bruzual atesora 56 años de vida y en sus ojos 20 años de fotografía. Con una mirada atenta, la venezolana inmortaliza a Trinidad y Tobago con innumerables imágenes que son el retrato de una sociedad con una rica composición étnica y religiosa.
Sus ojos miran a todas partes y exploran todos los rincones de esta isla del Caribe anglófono, emplazada frente a la costa de Venezuela.
“Capturamos la esencia y la belleza de lo que vemos”, dice Bruzual a El Pitazo sobre su oficio en el Día Mundial de la Fotografía, iniciativa que, desde 2007, se celebra cada 19 de agosto para recordar uno de los inventos más importantes de la historia: el daguerrotipo, considerado la primera técnica fotográfica, cuyo inventor fue el francés Louis Daguerre.
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Formada en la calle, la venezolana pone el foco en la fotografía documental. Se mezcla en celebraciones populares como el Carnaval y el Hosay, una colorida procesión religiosa de origen musulmán indo-caribeña, que no paró ni siquiera en pandemia.
Asimismo, Bruzual posa sus ojos de documentalista en los festivales de steelpand o tambor de acero, un espectáculo que contagia alegría y energía. Ella atrapa con su cámara el goce de la fiesta.
En su ejercicio celebra el valor de la fotografía como vehículo de comunicación. Sostiene que la fotografía de calle encierra la imagen humanista y el fotorreportaje.
Inspiración fotográfica
En sus imágenes habita también la migración forzosa venezolana, a la que anima a no desmayar y considera echada pa’lante, pero que no ha corrido con la misma suerte que ella, una caraqueña que llegó en 1997 a la isla caribeña para estudiar inglés. Iba por tres meses. Pero el país insular palpitaba de promesas.
“En las tardes iba a una agencia de publicidad del hermano de un amigo. Hacia artes finales en la computadora. Pasaron los años, me casé y me convertí en residente en 2001”, cuenta Bruzual, graduada en Mercadeo, mención Publicidad y Diseño Gráfico, en Venezuela, donde desarrolló una larga carrera profesional en agencias de publicidad.

En 2014 solicitó la ciudadanía y ¡todavía hoy espera la resolución!. “Aquí es bastante frustrante este proceso; como yo, estamos muchísimos. Es un proceso tedioso y lento”, dice.
Con todo, su admiración por Trinidad y Tobago no decae. La atrae su mezcla de culturas –que le resulta una fuente de inspiración para su fotografía– y la belleza de su geografía.
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Desde 2018 trabaja como fotógrafa freelance en el periódico Trinidad Guardian, actividad que comparte con la de diseñadora gráfica en una compañía importadora de repuestos de carros y aceites refrigerantes.
Sus fotografías han sido expuestas en el Museo Nacional, el Museo del Banco Central, la Sociedad de Fotografía de Trinidad y Tobago, el Festival de Artes del Caribe (Carifesta) y La Rotunda Art Gallery, entre otras instituciones.
En 2020, Mariela Bruzual ganó el concurso nacional de fotografía de la Asociación de Fotógrafos de Trinidad y Tobago, en la categoría Fotografía de Calle. Por primera vez, el certamen abría su convocatoria a todos los ciudadanos y residentes de la isla caribeña.












