Caracas.- Alrededor de 6.000 hondureños que integran una caravana migrante en busca del «sueño americano», permanecen varados este domingo en una carretera del este de Guatemala, donde las fuerzas de seguridad han bloqueado su paso.
Los migrantes hondureños se encuentran detenidos desde el sábado en el mismo punto del departamento de Chiquimula, a unos 200 kilómetros al este de la capital guatemalteca.
El Instituto Guatemalteco de Migración informó a las 21:55 hora local (03:55 GMT del lunes) que la caravana no ha tenido movimiento y que «se continúa con la coordinación de los retornos voluntarios».
La multitud había decidido horas antes, con la llegada de la noche, pernoctar nuevamente en la carretera tras arrodillarse, rezar e intentar sin éxito avanzar frente la barrera formada por las fuerzas de seguridad, según constató EFE.
Los hondureños forman parte de una caravana migrante de más de 9.000 compatriotas, según cálculos oficiales, que salió desde San Pedro Sula, ciudad del norte de Honduras, en distintas fases los pasados miércoles, jueves y viernes.
El grupo que se encuentra varado está compuesto por alrededor de 6.000 migrantes, mientras que los otros 3.000 hondureños de la caravana han logrado avanzar en algunos casos y en otros la multitud se ha ido diluyendo o ha emprendido el viaje de vuelta a su país.
La caravana de 9.000 hondureños se coló ilegalmente entre la noche del viernes y el sábado por el puesto fronterizo El Florido, en el mismo departamento de Chiquimula y a solo unos 20 kilómetros de donde se encuentra detenido este domingo cerca de dos tercios del total.
Los migrantes se rehúsan a dar marcha atrás, incluso después de que esta mañana fueran reprimidos con fuerza por el Ejército y la policía al intentar avanzar.
Su objetivo es llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo centroamericano, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota, que tocaron tierra en noviembre pasado.
«Estamos hablando de seguridad nacional», explicó este lunes a los periodistas el director del Instituto Guatemalteco de Migración, Guillermo Díaz, sobre la postura de su país con respecto a no dejar avanzar a los migrantes hondureños.
El Ejército de Guatemala ha desplegado a más de 5.000 soldados en siete departamentos del país y es apoyado además por otros miles de agentes de la Policía Nacional Civil como parte de un plan organizado por el Gobierno para no dejar avanzar a los migrantes.
Los hondureños no pueden continuar su travesía si no cumplen con una prueba negativa del COVID-19, según el Instituto Guatemalteco de Migración.
El Ministerio de Salud confirmó este domingo 21 casos positivos del COVID-19 dentro de la caravana, después de realizar pruebas a migrantes que se acercaron a las autoridades sanitarias durante el trayecto para pedir asistencia.