Miami.- De figura académica a un calabozo. La vida de Bruce Bagley cambió este lunes cuando agentes federales lo arrestaron por presunto lavado de dinero procedente de la corrupción venezolana, según confirmaron fiscales federales de Nueva York.
Bagley, de 73 años, era desde hace mucho tiempo director y profesor del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Miami (UM). Sus investigaciones se han centrado en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, según se lee en una breve biografía reseñada por la Universidad de Swansea.
En 2012 publicó el libro Drug Trafficking, Organized Crime, and Violence in the Americas Today, que le valió para ser citado por numerosos medios sobre temas vinculados al fracaso de EE. UU. en la guerra contra las drogas, la violencia en Haití y, paradógicamente, la corrupción en Venezuela.
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De 1991 a 1995 se desempeñó como decano asociado de la Escuela de Graduados de Estudios Internacionales de la UM. Antes de este nombramiento, fue profesor asistente de Política Comparada y Estudios Latinoamericanos en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins,
Al margen de sus actividades académicas, Bagley también se desempeñó como consultor experto para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); el Gobierno de los Estados Unidos; y para varios gobiernos en América Latina (Colombia, Ecuador, Bolivia, Panamá y México) en temas de tráfico de drogas, lavado de dinero y seguridad pública.
El académico estadounidense, incluso, ha testificado ante el Congreso de EE. UU. sobre asuntos relacionados con América Latina y también ha comparecido ante la Corte Federal de ese país como testigo experto sobre temas de narcotráfico y asilo político en la región.
Según un comunicado de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Bagley presuntamente fue parte de un operativo que lavó las ganancias de corrupción venezolana en EEUU, mediante el cual se lavaron hasta unos 3 millones de dólares y por el que el profesor recibió 300.000 dólares.
La Universidad de Miami emitió una declaración en la que señaló que en vista de este acontecimiento, el profesor había sido puesto en «licencia administrativa».