Al menos cuatro opositores e igual número de periodistas fueron golpeados este jueves durante una protesta en contra del gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua, a propósito de la crisis sociopolítica que vive el país centroamericano desde hace casi 20 meses y que ha dejado cientos de muertos.
El hecho ocurrió después de que un grupo de opositores que participó en un foro sobre reformas electorales, celebrado en un hotel céntrico de Managua, realizó un plantón en la calle en el que exigieron la libertad de los presos políticos, así como justicia para las víctimas que han dejados las protestas, constató Efe.
Al lugar acudieron decenas de agentes antidisturbios que, con el uso de la fuerza, dispersaron el piquete de manifestantes opositores y golpearon a al menos cuatro de ellos y a otros cuatro periodistas que daban cobertura al plantón.
El sitio fue fuertemente custodiado por policías antidisturbios que, con sus escudos, cachiporra, golpes y puntapiés, hicieron retroceder al grupo de opositores, que se tuvieron que refugiar en el hotel donde previamente celebraron el foro.
Contra periodistas
Uno de los golpeados fue el director ejecutivo de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Juan Sebastián Chamorro, a quien le propinaron un golpe en el rostro.
También Juanita Reyes, de 66 años, que cayó al suelo producto de los empujones de los policías y se partió el pómulo derecho; así como Grethel Gómez, madre del excarcelado político Hanzel Quintero.
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Un equipo periodístico del canal 12 de la televisión local, integrado por Kastalia Zapata y Luis Alemán, denunció que fueron agredidos y sus equipos dañados mientras brindaban cobertura a los incidentes, pese a que se identificaron ante los policías que eran comunicadores.
Igual ocurrió con el fotoreportero del diario La Prensa Óscar Navarrete, quien cayó al piso producto de los empujones; y el periodista David Quintana, del medio digital El Boletín Ecológico, a quien golpearon en uno de sus brazos con una cachiporra.
Plantón dispersado
El piquete de protesta tenía como objetivo mostrar su rechazo hacia Ortega y a favor de la democracia y la liberación de los más de 160 presos políticos, según dijo Chamorro, quien encabezó la manifestación y denunció también haber sido agredido por la policía.
Los opositores intentaron persuadir a los policías para que les permitieran manifestarse de forma pacífica bajo el argumento de que es un derecho ciudadano consignado en la Constitución.
No obstante, los policías antimotines cerraron los accesos hacia la avenida, cercaron el lugar y avanzaron hacia al frente del hotel, donde se tuvieron que refugiar los opositores.
Las puertas del hotel resultaron dañadas debido al ingreso abrupto del grupo para resguardarse de los golpes de los agentes.