Miles de personas protestan este domingo, 21 de abril, en las principales ciudades de Colombia contra el gobierno de Gustavo Petro, cuando la desaprobación de su gestión supera el 60 % tras 20 meses en el poder. Según la encuestadora Invamer, el mandatario ha ido perdiendo apoyo de las fuerzas políticas en el Congreso y también en la plaza pública, donde suele ser muy activo.
En la capital la lluvia no detuvo a los manifestantes, y decenas de miles avanzan hacia la plaza de Bolívar, vecina de la sede presidencial. En Cali (suroeste), Medellín (noroeste), Barranquilla (norte), Bucaramanga (noreste) y otras capitales, los manifestantes exhibieron banderas de Colombia, camisetas blancas y un grito al unísono: “¡Fuera Petro!”.
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Entre los convocantes a esta jornada de protestas figuran organizaciones médicas, la oposición y fuerzas políticas de centro, así como algunos antiguos aliados, quienes rechazan sus proyectos para estatizar el servicio de salud y algunas iniciativas de reformas. También protestan contra la violencia, que no cede pese a las negociaciones de paz con grupos armados.
“Yo voté por el cambio, por Petro, pero seguimos con lo mismo. Marcho porque sigo pensando que Colombia tiene alguna esperanza y quiero a mi país”, dijo Martha Estrada, pensionada de 64 años, según reseña el portal Swissinfo.
Marcha de las batas blancas
Uno de sus proyectos de reformas, el de la salud, dividió al país cuando Petro empezó a implementar varios de sus ejes centrales por vía administrativa ante las dificultades de lograr apoyos en el Congreso.
El presidente aspira a reducir la participación de empresas privadas en la prestación de servicios de salud, y en los últimos días intervino, para controlar su presupuesto, varias de las entidades que sirven de intermediarias de los recursos entre el Estado y los hospitales.
“Estoy aquí como ciudadano, médico y colombiano. (…) Como médico se ve el deterioro porque no hay medicamentos para dar a los pacientes, porque los pacientes demoran en ser atendidos, esperan ahora aún más una cita con un especialista”, relata el doctor Julio Rivero, de 35 años, en Bogotá.
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Rechazo al plan de paz de Petro
Manifestantes en distintas ciudades llevaban pancartas alusivas a la inseguridad, y a la violencia de guerrillas y narcos en el campo. La ambiciosa política de “Paz total”, con la que el Gobierno aspira a desactivar seis décadas de conflicto armado, sufre reveses.
Sus detractores rechazan las concesiones que reciben los grupos armados en medio de las negociaciones de paz, pese a las frecuentes violaciones a lo pactado en las mesas de diálogos y las pocas muestras de voluntad de deponer las armas. Un 70 % de los colombianos cree que el país está empeorando, según Invamer.
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