Caracas.- Con las calles repletas de desperdicios, desoladas y con las gasolineras cerradas, Catia, zona ubicada en el oeste de Caracas, recibió el 1 de enero de 2020.
El gentío que abarrotó las calles durante los pasados 30 y 31 de diciembre en la avenida Sucre, el bulevar José María España y en las calles Argentina y Colombia, brilló por su ausencia. Las zonas de Pérez Bonalde y plaza Sucre, que se caracterizan por ser zonas principalmente comerciales, estaban despejadas.
Los locales, incluyendo las panaderías, que en años anteriores solían atender al público por lo menos medio día, estaban cerrados. Igual ocurrió con el mercado de Catia, que también cerró sus puertas y ni siquiera los verduleros se aparecieron por allí, como ya era costumbre en años anteriores durante el 1 de enero.

De hecho, muy pocos vendedores de verduras aparecieron en la vía; solo dos o tres en la calle Argentina trabajaron para que la gente pudiera comprar los ingredientes de los sancochos sacarratón del día después.
Muchos papeles y cartones abundaban a lo largo del bulevar España. En las calles Argentina y Colombia, así como en algunas esquinas de la avenida Sucre, amanecieron montañas de basura acumulada.
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Los transeúntes agradecieron que, al menos, el Metro funcionó y les permitió retornar y salir de la zona desde primeras horas de la mañana de este miércoles.
Sin combustible
Cuatro estaciones de servicio ubicadas en esa zona comenzaron el año cerradas. Algunos de los pocos empleados que fueron vistos en las instalaciones explicaron que esto se debió a que «los gandoleros se agarraron el día». Pero indicaron que, con el favor de Dios, para el jueves 2 de enero todas serían surtidas, según les prometieron los responsables de llevarles la gasolina, para atender a los conductores de toda el área.