Aunque en la Ciudad Vacacional Los Caracas, actualmente, se alquilan cabañas y tres hoteles están operativos, quienes llegan al espacio recreativo siempre preguntan si está operativo El Botuco, el nombre del club donde funcionaba la inmensa piscina de agua salada, cuya promesa de recuperación ha sido oferta común en los últimos 20 años

Muchos de los que llegan a la oficina de administración de la Ciudad Vacacional Los Caracas a pedir el precio de una habitación o de una cabaña, también preguntan si la emblemática piscina del club El Botuco está operativa.

“La pregunta es reiterativa. Unos dicen que sus padres les contaron de la piscina, otros que fueron y la usaron cuando pequeños, y así. Nosotros decimos que no sabemos si la van a acomodar o no, pero, por lo pronto, ofrecemos la playa y algunos espacios del centro cívico que están acomodados”, cuenta una trabajadora del espacio administrado por la Gobernación de Vargas desde 2019, quien pidió la reserva de su identidad.

El Botuco forma parte del complejo vacacional que fue transformado en la década de los años 50 del siglo pasado, por órdenes del general Marco Pérez Jiménez. De ciudad hospital, construida en 1938 por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva y el ingeniero Armando Vegas, en la hacienda Los Caracas (a 17 kilómetros de Naiguatá), pasó a ser uno de los espacios recreacionales para los habitantes de los estados centrales y de Caracas. La reconstrucción, en 1954, quedó en manos de los reconocidos arquitectos Miguel Salvador, José Sánchez, Pedro Riquezes y Carlos Olmos.

Que la gente que va a Los Caracas pregunte por el destino de la piscina de agua salada, uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad vacacional, no debe extrañar, pues la oferta de su recuperación ha sido anunciada, en varias ocasiones, los últimos 20 años, desde el presidente Hugo Chávez hasta el también fallecido gobernador de Vargas, Jorge Luis García Carneiro. Ninguno logró devolver el brillo que perdió en su primer cierre en 1996 y la condena de olvido tras el cese de operaciones en 2007, con el robo de sus equipos de bombeo y filtros para limpiar el agua salada.

Parece que la nostalgia no es suficiente para recuperar este activo turístico del Estado. Así lo confirmó El Pitazo, cuando recorrió el espacio, este martes 10 de mayo.

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