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La doctora en Ciencias Políticas declaró que la oposición venezolana debe presentarle un plan al mandatario norteamericano con los beneficios definidos que tendrá Estados Unidos

Entrevista por: César Batiz 

Comprender la personalidad del presidente estadounidense, Donald Trump, y responder a los intereses de su administracion son factores que, según la politóloga Marcela Prieto-Botero, serán determinantes para que la oposición venezolana aumente la presión sobre Nicolás Maduro y este acepte una transición democrática.

Durante una entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz, la analista calificó como un “error” que Edmundo González se encontrara con el exmandatario de Estados Unidos, Joe Biden, a menos de dos semanas de la asunción de Trump. Sin embargo, dijo que no es un hecho irreparable y garantizó que el Gobierno estadounidense se mantiene en la línea de la oposición.

El día de su regreso a la Oficina Oval, el republicano fue contundente cuando le consultaron su opinión sobre Maduro: “Dejaremos de comprarle petróleo a Venezuela, no lo necesitamos y eso tendrá un gran impacto”. Si bien antes de esta declaración hubo contactos entre la oposición y el gobierno de Trump, estos se hicieron más visibles después del 20 de enero.

Saber con quién y cómo hablar

Uno de los encuentros oficiales entre el gobierno de Trump y la oposición venezolana se dio el pasado 22 de enero: la reunión entre el secretario de Estado, Marco Rubio, con María Corina Machado y González Urrutia. Este último le agradeció al funcionario estadounidense su reconocimiento como presidente electo y aseguró que su gesto demuestra que Venezuela es una “prioridad” en su agenda.

Si bien es sabido que el objetivo de ambas partes es que haya una transición democrática, acompañada por una recuperación del sector energético y otros rubros, Prieto-Botero afirmó que la estrategia para cumplir esa meta debe mantenerse entre quienes la ejecuten.

Eso debe estar manejado bajo el más estricto sigilo. La conversación se ha dado, pero tiene que ser tratada con guantes de seda. Los que lideran la agenda con respecto a América Latina tienen claro a qué se enfrentan”, enfatizó.

Otro encuentro que se produjo fue el recibimiento a González Urrutia en la Casa Blanca por parte del expresidente Joe Biden, a cuatro días de la toma de posesión en Venezuela y a dos semanas de la investidura de Trump. Esta reunión fue considerada como un “error” por parte de la analista.


Tengo información de que la visita (de Edmundo González a Biden) evitó que el presidente Trump lo recibiera en vísperas del 10 de enero

Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International

El 7 de enero González Urrutia salió de Estados Unidos con rumbo a Panamá sin haberse reunido con quien asumiría el poder 13 días después. Aunque Prieto-Botero precisó que este distanciamiento no es irreconciliable, afirmó que Trump “no quiso verse como plato de segunda mesa”.

Más allá de ese percance, destacó que Edmundo González sabe el desafío que tiene Venezuela y definió como “brillante” la representación que ha hecho. Por lo tanto, aseguró que tendrá la capacidad para ver el panorama de la forma más amplia posible y así subsanar cualquier malestar.

En este sentido, propuso que la oposición venezolana le presente al presidente nortemamericano un plan de negocios, cuyos puntos claves especifiquen cómo se beneficiará Estados Unidos, qué recibirá a cambio y cuáles serán los canales de transacción.

“Allí lo tendrán al negociante. Hay que recordar el arte de la negociación, esa es la forma en la que piensa Trump”, recalcó.

Abierto a negociar

Apenas regresó a la Casa Blanca, el mandatario estadounidense firmó órdenes ejecutivas para comenzar a establecer sus políticas. Entre las diversas medidas que rubricó, le indicó a las agencias y los departamentos federales centrarse en la reactivación económica sobre la que enfatizó durante su campaña.

Prieto-Botero consideró que el recién investido presidente está dejando varios mensajes para demostrar su apertura para negociar. En este sentido, señaló que sus acciones, además de estar orientadas a que el país abastezca sus arcas, buscan apuntalar el rol de Estados Unidos como líder económico y militar frente a los chinos y rusos en el resto del mundo.

China, calificado por la analista como el némesis de Estados Unidos, consolidó una infraestructura estratégica con los países latinoamericanos al construir carreteras, puertos, ofrecer servicios de telecomunicaciones 5G, entre otros negocios. Ante esa situación, dijo que el presidente quiere retomar la posición de ser el socio comercial de la región.


Para los intereses de América Latina la entrada de Donald Trump es positiva

Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International

Además de instar a las instituciones a enfocarse en la reactivación económica, Trump designó a funcionarios que conocen y entienden al resto de América. Marco Rubio, como secretario de Estado, y Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional, son parte de esos actores que están conscientes de los problemas que hay en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

“Ese espacio que por años Estados Unidos había dejado vacío en su política exterior frente a Latinoamérica, lo quiere recuperar desde una perspectiva estratégica”, explicó la doctora en Ciencias Políticas.

Dentro de la estrategia transaccional del republicano, la politóloga mencionó algunos aspectos fundamentales; la seguridad nacional, que está vinculada con el tema migratorio; y las empresas estadounidenses en otros países, como el caso de Chevron en Venezuela.

La salida definitiva de Maduro y la asunción al poder de González Urrutia es un escenario que, en palabras de la especialista en políticas públicas, es más favorable para Estados Unidos. Si se produce, además de restituir una democracia en la región, ganaría un aliado para contrarrestar de manera más efectiva el asunto migratorio y reduciría la participación comercial de China.

Otro ejemplo es Panamá. En medio del debate sobre el canal, Prieto-Botero apuntó que el costo de la navegación para los buques norteamericanos, la migración y la administración de dos puertos chinos son elementos que influyen, pero que a la vez son susceptibles de ser negociados en buenos términos.

“Entendamos que Trump lo que hace es botar la bomba, generar los titulares, pero después viene el proceso de conversación”, recordó.

La influencia de los lobistas

En diciembre de 2024 Maduro utilizó a un empresario cercano a la familia de Trump para intentar una reducción de las medidas impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Harry Sargent III, principal financista del Partido Republicano, es, según el diario The Wall Street Journal (WSJ), ese intermediario interesado en que ambos lleguen a un acuerdo.

Prieto-Botero descartó la posibilidad de que Trump acepte un trato en el que Maduro reciba migrantes venezolanos deportados a cambio del levantamiento de restricciones comerciales, ya que el negocio de Sargent es pequeño en comparación a otras áreas de la industria petrolera.

Él está en el negocio del asfalto y eso tiene un interés muy puntual. ¿Le habla al oído? Sí, pero (Trump) también tiene a otra gente que le habla al oído y le dice que los intereses de una persona, que tiene un segmento de la economía representado por un derivado del petróleo, no puede determinar lo que se haga”, explicó.

Una de las posibilidades que también está sobre la mesa, y que afectaría a Sargent, es la revocatoria de la licencia que tiene la empresa petrolera Chevron para extraer crudo venezolano. En octubre de 2024, durante el Gobierno de Biden, la OFAC renovó el permiso hasta abril de 2025.

La continuidad de los negocios de Chevron con el oficialismo venezolano, desde la perspectiva de la analista, es producto de una “errática política exterior” de Biden. Por eso insistió en que la nueva administración debe hacer un control de daños y afirmó que marzo será el deadline para decidir sobre este asunto.


Cayó muy mal (en la administración de Trump) el pago de impuestos por parte de Chevron porque le dio dinero a Maduro

Marcela Prieto-Botero, politóloga colombiana y CEO de Vision Americas International

La empresa estatal recuperó el permiso para operar en Venezuela durante los Acuerdos de Barbados. En esta negociación, además de la licencia, se acordó la entrega de Alex Saab a cambio de la promesa del oficialismo venezolano de organizar elecciones libres y transparentes.

Pese a que las actas electorales indican que Maduro (con 30 % de los votos) perdió la elección contra Edmundo González (67 %), el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo proclamó y él tomó posesión del cargo el 10 de enero. Por eso, teniendo en cuenta que no hubiese otro interés de por medio, la analista calificó la actuación de la delegación enviada por Biden como “ingenua”.

—¿Por qué Chevron sigue manteniendo negocios con Venezuela?

—Estados Unidos de todas maneras, y más en la era de Trump, va a hacer prevalecer el interés norteamericano. Como se trata de una empresa estadounidense con una gran capacidad económica para tener unos lobistas muy efectivos en Washington, pues generó una argumentación que permitió que esto sucediera al decir: “A nosotros Venezuela nos debe y esta es una forma de que nos paguen la deuda”.

Bloomberg reportó hace una semana que Chevron declaró 300 millones de dólares por impuestos en Venezuela. Si la licencia es eliminada, el oficialismo no podrá recibir más recursos por esa vía y buscará una alternativa. Este escenario, según Prieto-Botero, está considerado por Estados Unidos y tiene un plan B en caso de que ocurra.

Asimismo, reiteró que impulsar una transición democrática que conlleve beneficios pragmáticos hacia Estados Unidos es, hasta ahora, la postura que prevalece sobre la de negociar con Maduro. “Eso es lo que nos han hecho saber en todas las reuniones. Hay plan B, pero es mejor ser muy prudentes”, agregó.

Ante los asesinatos y desplazamientos, el presidente colombiano Gustavo Petro suspendió los diálogos de paz con el ELN | Foto: RTVE

La migración es un asunto regional

Una de las crisis humanitarias más recientes surgió en Colombia por la zona del Catatumbo. Hay al menos 80 muertos y la cifra de desplazados supera los 30.000. El conflicto entre dos guerrillas, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), impactó en los más desprotegidos: la sociedad civil.

La politóloga colombiana recordó que durante los últimos 50 años su país ha estado inmerso en un conflicto interno por el narcotráfico y los grupos guerrilleros. “Este ha sido uno de los casos más complejos”, aseguró sobre la situación en Catatumbo. Por eso valoró que el Gobierno de Trump haya identificado que el problema migratorio va más allá de sus límites con México.

“El drama humano que hay en la frontera de Estados Unidos tiene una antesala: todo el recorrido, desde Venezuela, pasando por Colombia, el Tapón del Darién, el resto de Panamá y toda Centroamérica donde los grupos al margen de la ley violan a las mujeres, a los niños y hacen todo tipo de vejámenes en el camino”, explicó.

Al ser consultada por la posibilidad de que Trump deporte venezolanos y obligue a Maduro a recibirlos, repasó algunas opciones que hay sobre la mesa. Entre ellas, la posibilidad de que empresas privadas en otros países latinoamericanos integren laboralmente a estas personas, para que no vuelvan a Venezuela y vivan la misma situación por la que escaparon.

Uno de los acuerdos que se está alcanzando, según la politóloga, es que haya un centro de recepción de migrantes en Panamá. No obstante, apuntó que la “neutralidad” de gobiernos como el de Gustavo Petro sobre el oficialismo venezolano es una postura que no contribuye a la resolución del problema regional.

“Sabemos, desde hace muchos años, de los vínculos de Maduro con los grupos de crimen organizado transnacional. En Colombia, mientras haya un gobierno neutral frente a lo que pasa en Venezuela, se mantendrá la facilidad de que las organizaciones al margen de la ley operen en este territorio”, analizó.

—¿Es posible que Trump envíe fuerzas militares para perseguir a bandas criminales?

—Él ha sido claro en que no quiere abrir más puntos de carácter bélico. Debe tener razones que justifiquen cualquier incursión y que estén basadas en una verdadera amenaza para la seguridad nacional. Hay argumentos, pero tiene que medir en su electorado el impacto de cómo va a poner en riesgo la vida de un soldado estadounidense, en aras de lograr otro beneficio para evitar cualquier amenaza en la seguridad nacional.

El 20 de enero Trump ordenó la suspensión de las citas que tenían pautadas los migrantes en la frontera para iniciar con su proceso de asilo. Prieto-Botero consideró que es algo “momentáneo” porque Estados Unidos está buscando perfeccionar sus métodos migratorios.

Quiso mostrarle a sus votantes que todo lo prometido lo va a cumplir, pero creo que se va a reconfigurar esto de manera más organizada. Esperemos y no juzguemos todavía”, sugirió.

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