El dirigente de Nuevas Generaciones del partido político Primero Justicia considera que la incompetencia que ha demostrado Maduro para gestionar la economía y el sector petrolero, al margen de lo que ha sido su desempeño político, es un factor que no le favorece ni siquiera frente a sus aliados internacionales
Entrevista por: César Batiz
El diario estadounidense The Wall Street Journal reportó el 28 de noviembre que ejecutivos petroleros e inversores en bonos estadounidenses instan al presidente electo Donald Trump a que descarte una política de máxima presión sobre Nicolás Maduro y en cambio logre un acuerdo: más petróleo por menos migrantes.
Pero para que haya más petróleo por parte de Venezuela, la producción de Pdvsa debe aumentar y Maduro es un obstáculo para alcanzar ese objetivo, de acuerdo con el dirigente de Nuevas Generaciones del partido político Primero Justicia, Alejandro Conejero, urbanista egresado de la Universidad Simón Bolívar y magíster en Políticas Públicas.
«Si el Gobierno premia con cárcel a quien duplicó la producción, cuáles son los incentivos que tiene esa gente para hacer productiva la industria», dijo Conejero en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz, al referirse a la detención del expresidente de Pdvsa, Pedro Tellechea.
En el oficialismo, sus principales voceros aseguran que están preparados para cualquier escenario en 2025, a propósito del cambio de administración en Estados Unidos. En ese contexto, Conejero considera que incluso sin restricciones, no es posible imaginar un repunte en la producción petrolera venezolana.
«Ese argumento de más petróleo por menos migrantes, lo que salió en The Wall Street Journal, no tiene sentido porque si alguien no puede prometer más petróleo, es Maduro. No existe razón lógica para pensar que Maduro va a poder revertir la tendencia de la producción petrolera», añadió Conejero.
–¿Podemos pensar que recuperar la producción petrolera sería suficiente para frenar la crisis migratoria?
–Las crisis migratorias, no solo la de Venezuela, son multifactoriales, tienen múltiples variables que las causan. En el caso de Venezuela, específicamente, es una economía de las que son dependientes de recursos naturales; no es una economía industrializada, sino más bien el petróleo ha sido el gran motor de la economía venezolana, lo que generaba la mayor parte de los ingresos del país y lo que dinamizaba esa economía.
No existe razón lógica para pensar que Maduro va a poder revertir la tendencia de la producción petrolera
Alejandro Conejero, urbanista y dirigente de Primero Justicia
Cuando el petróleo entra en crisis, Venezuela entra en crisis económica. Por lo tanto, el empobrecimiento sistemático de la gente es uno de los principales factores por los cuales los venezolanos buscan otras oportunidades fuera de su país, alejados de su familia. No es la única causa porque las crisis migratorias son de múltiples variables, no es un problema solo de la crisis económica, aunque diría que es el factor más importante, sino también que es un problema de convivencia política y de falta de seguridad y justicia.
Cuando vives en un país en el que no tienes la seguridad personal ni jurídica para realizar tus inversiones, trabajar, cotizar tu pensión y seguridad social, y saber que, en 10, 15, 20 años, vas a poder percibir una pensión acorde a lo que has cotizado, pues tienes todos los incentivos para buscar oportunidades en otro lado.
–En el caso de la producción petrolera venezolana, se atribuye la caída a decisiones de externos y por parte del oficialismo poco se evalúa lo que han sido las mismas acciones, la ineficiencia y la corrupción. ¿Cuándo comienza la caída de la producción petrolera?
–El pico de la producción petrolera en Venezuela durante el mandato de Nicolás Maduro fue alrededor de febrero de 2015. Ese mes Venezuela estaba produciendo, más o menos, 2.7 millones de barriles de petróleo diariamente.
Luego empieza una caída en picada y para finales de noviembre de 2018 se estaban produciendo 1.4 millones de barriles, eso quiere decir que cayó más o menos 45 %, 50 %, la producción petrolera y no es sino hasta ese momento cuando países vecinos y socios importantes de Pdvsa empiezan a dejar de comprarle petróleo a Venezuela por medidas políticas.
Tienes la caída de casi la mitad de la producción que ocurre antes de cualquier medida que haya podido tomar un país contra Pdvsa. En ese sentido, no es lógico decir que la caída de la producción petrolera tenga que ver con estas medidas coercitivas que hayan tomado países extranjeros.
Hay un tema importante que es el de la corrupción institucional que hay en este sector en específico. El exministro de Petróleo, Tareck El Aissami, se encuentra preso por un escándalo de corrupción que supera los 20.000 millones de dólares, dicho por la Fiscalía.
La corrupción tiene un impacto negativo en cualquier empresa o institución y hace que vayan decayendo con el tiempo, sobre todo por incompetencia porque aquí no se estaba buscando aumentar la producción para incrementar los ingresos petroleros, sino que se estaba raspando la olla de la gallinita de los huevos de oro que era Pdvsa.
El problema está en la gobernanza de las instituciones y en la competencia de las personas que se encargan de gestionar esas instituciones
Alejandro Conejero, urbanista y dirigente de Primero Justicia
Una profunda incompetencia
El 2 de diciembre, en su programa televisivo semanal, Maduro se refirió a Estados Unidos, la migración venezolana y las sanciones.
«Yo lo dije y lo repito: una vez que Venezuela se recupere plenamente y si se lograsen levantar todas las sanciones económicas sobre Venezuela, la recuperación económica se aceleraría y en menos de un año, contado a partir de la fecha en que se levantasen todas las sanciones, ni un migrante llegaría a Estados Unidos y todos esos migrantes regresarían», aseguró Maduro.
Conejero precisó que la primera medida sectorial que ejecutó Estados Unidos contra la industria petrolera venezolana, en una estrategia de máxima presión, se remonta a 2018, año en el que se acelera la caída de la producción petrolera hasta llegar a los 400.000 barriles de petróleo diarios.
El integrante de Primero Justicia destacó que a partir de julio de 2020, cuando Pdvsa comenzó a recurrir a mercados alternativos para vender el crudo venezolano, se registró una tendencia ascendente en la producción petrolera venezolana hasta llegar a los niveles actuales de al menos 900.000 barriles diarios de petróleo.
«La producción está lejos de lo que llegó a ser, 2.8 millones de barriles diarios, y esto tiene que ver con una profunda incompetencia para poder aumentar la producción petrolera, como estamos viendo que han ocurrido accidentes laborales múltiples veces, el último en Monagas que tiene a Nueva Esparta sin gas ni luz», agregó conejero.
Petróleo, democracia y autoritarismo
Actualmente en Venezuela, bajo licencias estadounidenses, operan diversas compañías petroleras transnacionales, como la estadounidense Chevron, la española Repsol, la italiana Eni o la francesa Maurel & Prom.
Sin embargo, la dinámica económica venezolana, dependiente en su mayoría de los ingresos petroleros y en medio de una crisis política, denota, según Conejero, el comportamiento típico que es un patrón en las economías dependientes de los recursos naturales, en este caso del petróleo.
«Hay pocas excepciones, como el caso de Noruega, pero no solo por ser una democracia. El Reino de Arabia Saudita, que no es una democracia, también es una excepción y produce mucho petróleo, alrededor de 10.000.000 de barriles diarios. Ahí te das cuenta de que, si esto no es un problema de democracia y autoritarismo, el problema está en la gobernanza de las instituciones de este sector y en la competencia de las personas que se encargan de gestionar esas instituciones», acotó Conejero.
Venezuela no comienza ni se acaba el 10 de enero, independientemente de lo que ocurra
Alejandro Conejero, urbanista y dirigente de Primero Justicia
Ni El Aissami ni luego Pedro Tellechea, un integrante de la Fuerza Armada Nacional que terminó como exministro de Petróleo, o la actual ministra y vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, pertenecen al mundo petrolero.
«Así se han venido manejando todas las ramas del gobierno de Maduro, a través de las lealtades y no de las competencias de esos funcionarios, lo que hace que la industria esté condenada al fracaso», añadió Conejero.
–En el gobierno de Trump hubo acciones para impedir el tránsito de buques petroleros desde Venezuela. ¿Qué tanto afectó a la industria petrolera venezolana?
–Definitivamente la afectó y considerablemente. Ya para el primer trimestre de 2019 la producción petrolera había caído en un 70 % y esas medidas lo que hicieron fue acelerar esa caída.
Paradójicamente, ese efecto duró unos cuantos meses y luego la producción empieza a recuperarse lentamente llegando al techo de hoy. Empieza a recuperarse porque Venezuela acude a otros mercados, sobre todo a la India y ahorita está un poco capada porque Rusia, desde que empezó su guerra con Ucrania, ha sido objeto de sanciones y ha tenido que recurrir a esos mercados paralelos para vender su petróleo. Por lo tanto, Rusia está compitiendo con Venezuela en el mercado de países sancionados.
Lo otro que creo reafirma la hipótesis de que esto no es un problema solo de sanciones, sino que también es problema fundamentalmente de las competencias del Gobierno, es que el ministro que se recuperó maltrechamente la producción, lo estás recompensando con cárcel.
Cuando Tellechea entró a Pdvsa en 2020, la producción de barriles de petróleo estaba 400.000 barriles diarios. Y cuando él sale de Pdvsa, la producción está en 900.000 barriles. Durante su gestión la producción se duplicó.
Si no eres capaz de darle confianza a tus aliados, cómo vas a poder recuperar una industria que ya quebraste
Alejandro Conejero, urbanista y dirigente de Primero Justicia
–Si Tellechea lo pudo hacer, ¿por qué Maduro no podría hacerlo con otro ministro?
–Porque los premia con cárcel. Como Venezuela es una economía dependiente de un recurso natural, el petróleo, las élites económicas se organizan alrededor del sector petrolero; las personas que dirijan esa industria van a acumular poder económico y político, naturalmente, porque al final están dirigiendo el sector económico más importante del país y a medida que ese sector crezca y esa persona acumule más poder, se vuelve una amenaza y por eso es que los terminan echando y persiguiendo. Ese es el lamentable ciclo en el que estamos metidos.
Venezuela nunca se va a arreglar con Maduro porque a medida que se arregla, se hace más poderosa la gente y Maduro no puede permitirse que la gente se haga más poderosa.
–¿Qué hace falta para que aumente la producción petrolera en Venezuela y que esto tenga un impacto positivo en la economía?
–La primera condición necesaria, no suficiente, es que Maduro ya no esté en Miraflores, porque ha demostrado su incompetencia para gestionar la economía del país y el sector petrolero.
Aparte, hace falta revisar cuál es el esquema bajo el cual el Gobierno gestiona el sector petrolero. Hoy tenemos una empresa pública que domina todas las áreas alrededor del petróleo: exploración, perforación, extracción, producción y refinación. Deberíamos ir a un modelo concesionario, como se hacía antes cuando tuvimos nuestro pico de producción petrolera, manteniendo la propiedad nacional del petróleo. No quiere decir que vamos a privatizar el petróleo, sino la actividad económica alrededor del petróleo.
–¿Una apertura petrolera?
–Sí. Lo que ha promovido María Corina Machado en su programa económico. Es lo que se hace en casi todos los países del mundo. Eso no quiere decir que vayan a privatizar a Pdvsa, puede seguir existiendo, competir en ese mercado, pero habrá otros actores privados, nacionales e internacionales, que puedan explorar, extraer y refinar el petróleo venezolano y el Estado cobra un impuesto como en cualquier actividad económica.
Las crisis migratorias son multifactoriales. En Venezuela, la causa común, la causa raíz, es Maduro
Alejandro Conejero, urbanista y dirigente de Nuevas Generaciones de Primero Justicia
–Según Luis Vicente León, saldrán más venezolanos si aumenta la política de Estados Unidos de máxima presión, pero eso, según él, no significa que se deje de producir petróleo.
–Eso es una media verdad y una media mentira, básicamente porque Luis Vicente León está estableciendo una correlación espuria. Es decir, él está diciendo que dos cosas pasarán y que una va a causar la otra. Lo que es verdad es que, si las dos cosas pasan, pasarían juntas. Lo que es falso es que una causa la otra.
Si EE. UU. vuelve a una política de máxima presión, eso solamente va a ocurrir si Maduro sigue en Miraflores.
Por otro lado, la crisis migratoria va a aumentar también si Maduro sigue en Miraflores. Si eso pasa, va a haber más migrantes … No es que una cosa cause la otra.
«Maduro es incompetente»
Conejero vislumbra un panorama de crecimiento limitado en cuanto a la producción petrolera que el gobierno de Maduro busca apalancar con la venta de crudo en mercados alternativos.
«Dadas las perspectivas del conflicto en Ucrania y siendo Rusia también sancionado, un productor de petróleo más grande que Venezuela, y que ha tenido que recurrir a mercados alternativos, Venezuela no va a poder competir con Rusia en esas condiciones y la producción se va a estancar. Por más que vean hacia aquel lado, eso tiene un crecimiento limitado», añadió.
Conejero destacó que no se puede obviar que Maduro no es confiable ni siquiera para quienes considera son sus aliados en el marco geopolítico internacional.
«El gobierno chino ve cada con cada vez más recelo al gobierno de Maduro porque Maduro es incompetente, es profundamente incompetente y no ha honrado los compromisos económicos con China».
El intento fallido del oficialismo para incorporar a Venezuela como miembro de los Brics ejemplifica, según Conejero, la imagen que proyecta Maduro en el contexto internacional.
«Cuál fue la respuesta de Celso Amorim cuando a Venezuela se le rechazó su ingreso a los Brics. Dijo que Maduro no es confiable, no que Maduro es un dictador. Es que no es confiable. Y si no eres capaz de darle confianza a tus aliados, cómo vas a poder recuperar una industria que ya quebraste».
Relación entre autoritarismo, democracia y migración
«Si Venezuela tuviera una economía estable, la gente no se iría», dijo Conejero. El integrante de Primero Justicia cree que el factor económico en Venezuela es lo que agudiza la crisis general que se ha profundizado en el último decenio con Maduro en el poder.
«Arabia Saudita tiene un programa en el cual becan a sus estudiantes para que vayan a estudiar a las mejores universidades de Europa y Estados Unidos y los estudiantes van y se regresan porque tienen oportunidades para desarrollarse económicamente, pese a que Arabia Saudita no es una democracia. Nadie quiere irse de su país. Eso pasa porque te obligan», precisó Conejero.
–En la época de Chávez, sobre todo entre 2008 y 2011, muchos venezolanos aprovecharon una bonanza económica y no era un planteamiento la migración.
–Correcto. Otro ejemplo local y yo no quiero defender a Marcos Pérez Jiménez, nunca lo hago, pero esto muestra muy bien la relación: Venezuela era un país que recibía migrantes cuando el dictador Pérez Jiménez estaba en el gobierno. Al final podemos decir lo que queramos, pero el problema es Maduro.
–¿Si viene otro autoritario del lado de Maduro y lo hace mejor económicamente, estaríamos bien?
–No, pero estaríamos mejor.
–¿Eso evitaría la migración?
–Yo no lo plantearía desde una perspectiva binaria. Eso es un flujo de personas. Son individuos distintísimos que tienen sus razones que los han llevado a tomar esa decisión. Por supuesto, una gran parte es la inestabilidad económica que viven.
Obviamente, si tú logras mejorar esa variable, y todas las demás se mantienen, probablemente el flujo migratorio se reduzca. Las crisis migratorias son multifactoriales. En Venezuela, la causa común, la causa raíz, es Maduro.
El 10 de enero cada vez más cerca
A poco más de un mes para el día en que deba suceder en la Asamblea Nacional oficialista la juramentación del presidente electo el 28 de julio, pronunciamientos de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, así como del Comité de DD. HH. de la ONU, vinculados con la crisis poselectoral marcan la agenda y no son menores las acciones políticas y expectativas en torno al 10 de enero.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, reafirmó que la investigación por crímenes de lesa humanidad en Venezuela avanza y que no ve la implementación de las leyes ni prácticas que esperaba del Estado venezolano.
«Esa es una confirmación de una de las variables que hacen que la gente se sienta obligada a abandonar su tierra», añadió Conejero.
En ese contexto, Machado sostiene que si Maduro asume un tercer mandato el 10 de enero, apuesta por la ruta más difícil para una transición que considera es inevitable.
«Venezuela no comienza ni se acaba el 10 de enero, independientemente de lo que ocurra. Lo que sí pasa el 10 de enero es la decisión de un hombre de aceptar su derrota o aferrarse al poder y estar dispuesto a lo que sea», apuntó Conejero.
El dirigente de Primero Justicia cree que es acertado el hecho de que Edmundo González manifieste su intención de estar en Venezuela el 10 de enero para juramentarse ante el Parlamento que controla el chavismo.
«Edmundo González hace bien al decir públicamente que él se va a juramentar en Caracas el 10 de enero, porque tiene que estar convencido de la posibilidad de su victoria para que los demás podamos creer en esa posibilidad», comentó.
Conejero acotó que en un momento como el actual, en el que sería temerario adelantarse a eventuales acontecimientos políticos a partir de enero, no plantear una “obsesión” con la fecha prevista para la toma de posesión es fundamental.
«Nadie va a ganar creyendo que va a perder ni creyendo que ya está derrotado. Solo se derrota a alguien cuando esa persona se convence de que está derrotada», resaltó.
Conejero destacó que la capacidad que se le reconoce en el exterior a los venezolanos por la resistencia frente a un proceso autocratizador, es una «convicción inamovible» de que Venezuela volverá a ser libre, democrática y próspera.
«Eso no puede esfumarse porque estemos obsesionados con una fecha, pase lo que pase el 10 de enero», concluyó.