Caracas.- El 6 de agosto, el gobierno de Nicolás Maduro, a través de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, anunció la eliminación de las exoneraciones de aranceles a 597 códigos de productos importados. La medida era una petición reiterada de diversos sectores productivos que reclaman una “competencia desleal” entre las importaciones y la producción nacional.
Si bien la resolución entrará en vigencia a partir del 30 de noviembre, el economista y exdiputado de la Asamblea Nacional (2015), Ángel Alvarado, asegura que el levantamiento de los impuestos a las importaciones tendrá un efecto inflacionario, reflejado en el primer trimestre de 2022. El fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) sostuvo que el diseño de la medida prevé el tradicionalmente aumento de inventarios con miras a la temporada de fin de año.
De acuerdo con Álvarado, el levantamiento de las exoneraciones se producirá con el objetivo de no generar escasez durante la campaña y el proceso electoral de noviembre, por lo que el economista considera que no habrá un efecto inflacionario inmediato. En último reporte del OVF señala que la inflación en Venezuela en 2021 acumula un alza de 415,7 % hasta julio, mes en el que los precios subieron 19%.
Durante el anuncio, Rodríguez subrayó que es una política de «sustitución estratégica» que fue revisada con los distintos sectores económicos del país y que «no afecta a la industria nacional (…). Donde no alcance la producción nacional y debamos importar, lo facilitamos«.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Comercio de Caracas, Leonardo Palacios, aseveró en una entrevista a Unión Radio que la política implementada por Maduro “no responde a un fortalecimiento de la industria”, pues, a su juicio, “las exoneraciones se están dando a la ligera” sin previo estudio.
Palacios dijo que resulta perjudicial que estas exoneraciones se den solo con algunos productos, “cuando no existe en todo el proceso productivo”, que, a su juicio, ha sido ignorado por el Ejecutivo.
Según Consecomercio, existe una «competencia desleal» entre la importación y la producción nacional porque, mientras no se cobra ese impuesto para que un producto sea comercializado en Venezuela “al fabricante nacional del mismo producto sí se le cobran todos los impuestos para importar los insumos que necesita para fabricar».
Además Conindustria afirma que producir un bien en el país cuesta aproximadamente tres veces más que importarlo. Los industriales han advertido que el decreto beneficiaba a empresas y genera puestos de trabajo en otras latitudes, debido a que fabrican bienes para ser comercializados en Venezuela, provocando el cierre de establecimientos industriales en el país.
Acorralado por las sanciones de Estados Unidos y la crisis económica, desde hace tres años, el gobierno de Maduro ha optado por reducir los controles y favorecer las compras privadas en el extranjero de alimentos y de otros bienes desde tiendas mayoristas en Estados Unidos, lo que impulsó la irrupción de los llamados “bodegones”, negocios con productos de marcas internacionales.