Caracas.- Novo Banco, una entidad creada sobre las ruinas de un emporio en Portugal con el que Pdvsa tenía negocios ahora debe regresar 1.500 millones de dólares al gobierno de Nicolás Maduro. La decisión emanó del Tribunal Central de Lisboa y se conoció el pasado miércoles 9 de agosto. Sin embargo, el gobierno de Maduro todavía no puede acceder a estos recursos.
Este dinero fue bloqueado en 2019, tras el reconocimiento a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y como parte de investigaciones que involucraban a cuentas venezolanas. Ese año se ordenó el bloqueo de más de 1.300 millones de euros (equivalente a unos 1.500 millones de dólares) depositados en fondos del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de algunas de sus empresas mixtas.
Tras este hecho, los representantes del gobierno de Nicolás Maduro interpusieron una demanda ante un tribunal portugués, el mismo que esta semana decidió la liberación de los fondos. Pero, ¿qué se sabe del Novo Banco y cuál era su relación con el gobierno venezolano?
Antiguo Banco Espirito Santo
El Novo Banco es la entidad creada en agosto de 2014 tras la quiebra del Banco Espirito Santo (BES). El líder del que fuera el banco privado más importante de Portugal y tercero de ese país era Ricardo Salgado Espirito Santo, quien estuvo al frente del BES desde 1992 hasta su colapso en 2014. Salgado y su familia formaban parte de lo que durante más de 100 años fue una dinastía que prácticamente controlaba las operaciones financieras de este país, pues ejercían importante influencia a nivel político, tanto que los lusos se referían a Salgado como el dueño de todo, según un reportaje del medio español El Mundo.
La quiebra del Banco Espirito Santo llegó tras el derrumbe del grupo con el mismo nombre que tenía intereses en las finanzas, pero también en el turismo, la agricultura o los seguros. Como consecuencia Salgado fue acusado de 65 delitos, entre ellos asociación criminal, doce de corrupción, uno de falsificación de documentos y otros tantos por intentar salvar las cuentas del Grupo Espirito Santo con las del BES.
También fue señalado de blanqueo de capitales con altas cifras de los gobiernos del fallecido Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, reseña un reportaje del medio portugués El Observador, y por pagar cerca de 100 millones de euros en sobornos a políticos oficialistas venezolanos para garantizar que grandes empresas públicas del país hicieran negocios con el banco, de acuerdo con una publicación de Runrunes del año 2018.
Los informes de la Fiscalía lusa mencionados por El Mundo señalan a Salgado de ocultar pérdidas multimillonarias del banco con el objetivo de mantener el control familiar sobre la entidad. Sin embargo, en 2014 fue imposible para el banco ocultar la falta de más de 7.000 millones de euros, por lo que intervino el Banco de Portugal y el Banco Espirito Santo fue nacionalizado, hasta su liquidación y completa desaparición en 2016.
En 2014 el Banco de Portugal informó sobre el rescate del Banco Espirito Santo por 4.900 millones de euros, 3.900 provenientes de un crédito público y otros 1.000 aportados por el resto de bancos portugueses.
Posteriormente fue creado el Novo Banco, para administrar los activos de calidad del Espírito Santo, y se puso en marcha lo que el gobernador del Banco de Portugal denominó un “banco malo”. La quiebra del BES condujo a la mayor caída registrada en la Bolsa de Lisboa hasta ese momento.
¿Cómo puede acceder el Gobierno a los fondos retenidos en Novo Banco?
Venta a fondo estadounidense
En marzo de 2017 el entonces gobernador del banco central portugués (Banco de Portugal), Carlos Costa, anunció la venta del Novo Banco al fondo estadounidense Lone Star, quien se quedó con el 75% de la entidad mientras que el Estado se quedó con el 25% restante.
Por la compra, el fondo estadounidense inyectó 1.000 millones de euros al banco portugués, 750 millones al momento de la compra y 250 millones en los tres años siguientes. Este año el fondo de capital intentó vender el banco a entidades españolas por unos 2.000 millones de euros, sin embargo, el gobierno de Portugal se opuso a la venta para evitar afectaciones a la competencia y mayor presencia española en la banca del país. Esta decisión empuja al banco a preparar la salida de la entidad a la bolsa de valores.
Según el portal Vozpopuli, “la intención es que el banco se dé un plazo de al menos un año antes de saltar al mercado y una vez que se despejen de forma definitiva las turbulencias financieras a raíz de las crisis de varios bancos regionales en Estados Unidos y la caída de Credit Suisse”.
Actualmente, la estructura accionaria del Novo Banco está compuesta en 75% de Nani Holdings SGPS, S.A., 13% de un Fondo de Resolución y 11,96% de la dirección general del Tesoro y Hacienda de Portugal. Nani Holdings es la empresa que asumió el cargo del fondo estadounidense Lone Star en Novo Banco.
El Fondo de Resolución era el dueño antes de la venta al fondo estadounidense. Se trata de un organismo público creado en 2012 como parte de la Unión Bancaria Europea y financiado con aportes del resto de bancos portugueses, según recoge el diario español Cinco Días.
Sedes en Miami, Venezuela y España
En 2015 fue anunciada la adquisición de la sucursal de Miami del banco portugués Banco Espirito Santo por parte de la familia venezolana Benacerraf, de tradición en el sector. “La sede bancaria de Miami, cuyos clientes son en su mayoría de Latinoamérica y Portugal, fue puesta a la venta en agosto de 2014, cuando el banco central luso intervino el Banco Espírito Santo (BES), dada su precaria situación financiera”, reseñó la agencia EFE en agosto de 2015.
La negociación con Bancamiga de la sede del Novo Banco en Venezuela, abierta desde 2010, con comenzó en 2017. La venta y transferencia de activos se concretó en 2018. El monto de la operación fue de 3,5 millones de dólares, más los finiquitos de las demandas judiciales que enfrentaba la entidad como consecuencia de la quiebra del BES, que sumaban 25 millones de dólares, según el portal Lexlatin.
El año pasado se concretó la venta de la sede española del Novo Banco a la entidad financiera Abanca, propiedad del venezolano Juan Carlos Escotet, también dueño de Banesco.
Román Maniglia, viceministro de Economía que también preside el Banco de Venezuela
Conexiones con Pdvsa
Entre las investigaciones de la Fiscalía lusa al Banco Espirito Santo destaca la de sus negocios con la estatal Pdvsa. Según el portal Runrunes, Pdvsa suscribió en junio de 2010 un crédito por 1.500 millones de dólares con varios bancos, entre ellos el BES. Este financiamiento se pagó en su totalidad en 2013, de acuerdo con los estados financieros de la estatal. «La estatal también contrató con el Banco Espirito Santo operaciones para los trenes de inyección de gas en Anaco Profundo, Jose 250, mantenimiento mayor de refinerías», dice el portal venezolano.
En 2011 las principales cuentas de Pdvsa se centralizaron en la sucursal del BES en la zona franca del archipiélago luso de Madeira y, «por determinación de Ricardo Salgado», «tanto el área comercial» de esta sucursal como el departamento financiero del BES «dirigieron la liquidez de las cuentas de depósitos de empresas públicas venezolanas para inversiones en deuda de entidades del Grupo Espirito Santo», reseñó EFE en 2020.
El Novo Banco fue demandado en 2015 por dos venezolanos, dueños de las empresas Tradequip e Incenter, proveedoras de la filial de Pdvsa Bariven. Tradequip era una de 14 empresas de Roberto Rincón que formaba parte de la parrilla de proveedores seguros de Bariven en Houston y Holanda. Incenter, en tanto, era del empresario venezolano Antonio “Tony” Canaves.
Reclamaban la suma de 81 millones de dólares, según reseña una nota publicada por El Pitazo en julio de 2015. La acción legal se relaciona con unas cartas de crédito que en 2014 emitió BES a nombre de Bariven. La filial de Pdvsa a su vez había contratado la compra de equipos de perforación a Tradequip Europa e Incenter. Los contratos ascendían a 151,2 millones y 33,6 millones de euros, respectivamente.
Para garantizar el pago las empresas contratistas solicitaron cartas de créditos. Bariven, con oficina en Lisboa desde 2009, pidió ese respaldo a BES, que a su vez involucró en la operación al Bank of America y a una serie de compañías del Grupo Espírito Santo.
Tradequip e Incenter recibieron el pago de 100% de las cartas de créditos en efectivo, pero a solicitud de BES compraron deuda del Grupo Espírito Santo por 50% y 30%, respectivamente, en la financiera del grupo Rioforte, que no pagó las acreencias a Rincón y Canaves. Los venezolanos pedían a una corte de Lisboa que retuviera los préstamos de Novo Banco a Pdvsa para garantizar el pago de los 81 millones de euros que les debían.
En las investigaciones contra Salgado, tras la quiebra del BES, se determinó que parte de su plan con las empresas venezolanas consistía en conseguir contactos con representantes de empresas estatales como Pdvsa y sus filiales, y de empresas como el Banco del Tesoro, Bandes y Fonden para que depositaran sus fondos en el Grupo Espirito Santo. Los documentos de la Fiscalía también relacionan a quien fue presidente del BES con la desaparición de unos 3.500 millones de euros de las cuentas de Pdvsa entre 2007 y 2012 como parte de un esquema de corrupción, señala El Observador.