18.5 C
Caracas
miércoles, 11 diciembre, 2024

Clientes, comerciantes y emprendedores caraqueños rebuscan soluciones ante el aumento del dólar

Quitar productos de la compra, reducir las cantidades y vaciar sus cuentas bancarias son parte de las realidades que enfrentan los venezolanos a finales del 2024

-

Caracas.- En medio de la crisis económica de Venezuela, Oriana Pérez inició un emprendimiento. Aunque su esposo trabaja y es madre de tres menores de edad, decidió hacer repostería para sumar ingresos al hogar. A finales del 2024, está a punto de abandonar su iniciativa porque no tiene cómo comprar los insumos.

“Debo parar y buscar un trabajo porque no puedo seguir”, reveló a El Pitazo este 1 de noviembre. Comprar chocolate para marmolear sus tortas ya era un esfuerzo para ella, pero el incremento del dólar del Banco Central de Venezuela (BCV) y del paralelo, ha limitado su capacidad para adquirir la harina, los huevos y la leche.

Comprar medio cartón de huevos, por el que hasta hace una semana pagaba entre 90 y 100 bolívares, ahora le cuesta entre 115 y 120 bolívares. A su familia no le da para cubrir todos los gastos que necesitan. “Nos ha pegado muy duro, tenemos que arrastrar hasta donde la cobija alcance”, declaró.

Oriana, quien vive en el municipio Libertador, quisiera olvidar lo que está pasando, pero tiene claro que debe afrontar la realidad. “Compramos para no acostarnos sin comer”, confesó. Al ir a un abasto, un mercado de la comunidad o a un supermercado, compra menos harina y pasta porque no le alcanza.

Quedarse limpio

Entre septiembre y octubre, las limitaciones de los venezolanos para adquirir productos básicos se agravaron. En el noveno mes del año, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) registró que la canasta alimentaria costaba 391 dólares, el monto más elevado hasta ese entonces en 2024. Al mes siguiente, proyectó que el precio del dólar al final del año pasaría de 45 a 49,1 bolívares.

Un profesor universitario, que prefirió reservar su identidad, contó que su sueldo de jubilado es de 70 dólares. Este viernes fue a un supermercado del municipio Baruta y adquirió lentejas, pasta y otros productos básicos para aprovechar lo que tenía en su cuenta del banco. “Con esta pequeña compra me quedé limpio”, lamentó.

El docente había salido de su casa para, aparte de adquirir alimentos, comprar aceite de motor, pero no pudo pagarlo y tuvo que devolverlo. “Estoy al límite todo el tiempo”, comentó.

A unos kilómetros, en el municipio El Hatillo, una señora de la tercera edad, que prefirió hablar bajo anonimato, redujo sus compras en las últimas semanas. Todo lo que adquiere cada vez está más caro y opta por lo indispensable.

“Un queso que compraba en 10 dólares lo acabo de adquirir en 12,10. La carne, la pulpa negra, estaba entre 9,45 dólares y 9,80, pero ahora está casi en 12”, explicó mientras cargaba las bolsas en su vehículo frente a un automercado de la zona.

En el mismo municipio, otro vecino, Roberto Requiz, también se ha limitado al hacer mercado porque ha notado el cambio por el incremento del dólar. “Quito lo que no es imprescindible, generalmente, todos los productos importados”. Además, así como lo ha proyectado el OVF, cree que el tipo de cambio “seguirá aumentando” en los últimos dos meses del año.

Entre cliente y comerciante

Es habitual que los jueves y viernes de cada semana, el mercadillo de Cumbres de Curumo esté abierto para recibir a los curumeños y vecinos de otros municipios, aparte de Baruta. Esos días, los comerciantes, que venden sus productos al dólar BCV, intentan gestionar las quejas de los clientes y obtener algo de ganancia en sus ventas.

¡Cónchale! ¿Otra vez subieron los huevos?”, ese tipo de reacciones son las que a veces escucha Nayitb Zerpa, quien tiene un puesto de venta en el mercado de la comunidad y reveló que, cuando hay aumentos, también se incrementan las quejas de los compradores.

“A los huevos no les gano mucho. Una caja te sale en 60 dólares. Para venderla y sacarle una ganancia, a veces no puedes subir tanto porque son productos básicos que no pueden costar tanto”, detalló.

Así como sus clientes, Nayitb también ha retirado productos de su compra cuando va a otros mercados. En su casa hay cinco personas. Sus hijos desayunan y cenan arepas, y necesitan alimentos ricos en proteínas, como la carne, para seguir desarrollándose y alimentarse saludablemente.

“La comida no me dura lo mismo que antes. Un cartón de huevos, una semana. Si compraba antes tres bolsas de arroz en la semana, ahora una. Lo más caro, lo evitas”, especificó.

Nayitb usa todo “poquito a poquito”. Un aceite por el que pagaba 10 dólares ahora le cuesta 12. En una semana se le pueden acabar 6 harinas y debe reponerlas para la siguiente. “Uno no puede extralimitarse, todo es demasiado caro”.

Aparte de huevos, bebidas y pescado, en el mercado baruteño también se venden frutas y verduras. | Foto: El Pitazo

Entre los puestos del mercado, está la frutería de José Antonio Durante y Franklin De La Hoz. Tienen 10 años vendiendo en la comunidad y los curumeños los conocen. Si bien venden de acuerdo a la tasa del BCV, han recibido algún reclamo por el precio de sus productos.

“Vino una persona a comprar los limones y quedó traumada. Los compró, pero se quejó”, relató José. Esta fruta, que la semana pasada estaba en 80 bolívares, pasó a costar 130. “Subió por el dólar”, precisó. El proveedor le cobra 70 dólares por la cantidad que compran, siempre y cuando no esté anclado al dólar paralelo.

En cuanto a las manzanas, Franklin dijo que las pagan a 45 dólares, pero si van a comprar en moneda nacional les suben un poco más el precio. “Te la ponen a 2.300 y 2.500 en bolívares», 50 dólares.

Los comerciantes aseguraron que no se limitarán para adquirir los productos que venden, sino que seguirán trabajando para conseguirlos. | Foto: El Pitazo

Con miras en Navidad

Nosotros esperamos tener siempre algo adicional para esas fechas, pero no sé si será posible este año”, comentó Requiz al ser consultado sobre si se ha planificado o no para las compras decembrinas. Por ahora, no está en sus planes hacer hallacas.

Su vecina, la hatillana de la tercera edad que reservó su identidad, sí tiene pensado hacerlas, pero menos de las que preparaba en otros años porque la carne y el cochino “están caros”. Estimó que elaborará entre 20 y 30 hallacas para su esposo y ella, ya que sus hijos se fueron del país y, si bien antes les regalaba a amigos y vecinos, su situación económica ya no se lo permite.

Humberto Moya, un herrero de 64 años que vive en el municipio Libertador, no solo preparará hallacas, sino que también las venderá. Está al tanto de que los insumos para hacerlas han aumentado y seguirán, pero celebrará las fiestas junto a su familia, su esposa, su hijo y su madre, con el típico plato navideño.

En cuanto al incremento de los productos, Humberto lo ha visto en los mercados, pero también en su trabajo y en los servicios públicos. “Los insumos que uso subieron, también la electricidad”, puntualizó.

Respecto a los alimentos, explicó que en su hogar procuran hacer compras en familia y reconoció que debe limitar “las compras de hormiguita”, ya que pueden excederse los costos. “Cuando las cosas se ponen fuertes, ya dejas de comprar las chucherías, el refresquito y vas a lo básico”, agregó.

Al referirse a esos productos esenciales, Moya comentó que no ha reducido el mercado que hace, pero sí trabaja más para mantenerlo. Entre él y su familia han resuelto las dificultades que les presenta la crisis económica, pero sabe que no todos los venezolanos pueden decir eso y es una realidad a la que poner atención. “Con todas las malas políticas y lo que ocurre, al final nosotros (los ciudadanos) somos los que perdemos”, sentenció.

Al igual que Moya, el comerciante informal Daniel Monserrate debe buscar alternativas para no dejar de completar sus compras mínimas. “Me toca hacer trabajitos adicionales, pintar una casa, algún arreglo. Lo que salga”, dijo. 

Monserrate olvidó lo que para él son “pequeños lujos” o gustos, pues la prioridad son los productos básicos, que cada día se le dificulta más comprar. “La economía está mal y eso no es nuevo”, expresó.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.

Ayúdanos a cubrir todo el país
Hazte Superaliado/a