El aguacero que cayó la mañana de 6 de septiembre de 1987 sorprendió a los habitantes de Maracay por su intensidad, sin embargo, nada los preparaba para la tragedia que estaba por venir: las seis horas de intensas lluvias que siguieron provocaron el desbordamiento del río El Limón, que bajó del Parque Nacional Henri Pittier convertido en un fuerte deslave que arrasó con todo a su paso.
Gran cantidad de sectores de Mario Briceño Iragorry y Girardot, que forman parte del Área Metropolitana de Maracay, así como Ocumare de la Costa, quedaron sepultados bajo capas de lodo, agua y escombros. Con más de 100 muertes oficiales, 300 heridos, centenares de desaparecidos y miles de damnificados, la denominada Tragedia de El Limón había sido el peor desastre natural de la historia reciente de Venezuela hasta el deslave de Vargas de 1999.
El presidente de aquel entonces, Jaime Lusinchi, no tardó en desplegar bomberos, militares, médicos y funcionarios de Defensa Civil (Hoy, Protección Civil) para atender la gran magnitud del desastre. Sin embargo, entre aquellas imágenes mostradas por los medios de comunicación, en los que se veían ríos de troncos y barro donde antes existían casas y calles, llamó la atención la figura de la secretaria privada presidencial, Blanca Ibáñez, vestida con un uniforme militar pasando revista de todas las operaciones de rescate como si de un general se tratara.
Los videos más impactantes del desbordamiento del río El Limón
Ya para entonces no eran secretos los rumores del romance entre Lusinchi y su secretaria Ibáñez, que se remontaba a los años del mandatario como diputado en el Congreso; tampoco las acusaciones de la influencia que la mujer ejercía sobre las decisiones de gobierno. Eso no impidió que Ibáñez recibiera honores militares por sus acciones, por lo que su gesto en medio de un momento tan trágico para el país fue tomado con indignación por los altos mandos militares y la dirigencia del entonces gobernante partido Acción Democrática.
El tiempo juzgaría que aquella decisión no fue la correcta, pues la molestia causada en el seno político-militar lejos de sanar, solo se incrementó con el paso de las múltiples acusaciones de corrupción que en los años posteriores señalaron a la secretaria y amante presidencial, que contraería matrimonio formalmente con Lusinchi cuatro años y cinco días después de la Tragedia de El Limón.
33 años han pasado y nuevamente en el mes de septiembre las fuertes lluvias caídas en los últimos días reviven los temores del pasado entre los habitantes de la capital aragüeña. Las inundaciones en los sectores La Candelaria, El Progreso, Mata Redonda y El Limón evocan aquel paisaje de escombros y fango que dejó una huella imborrable en sus memorias, y la falta de políticas de prevención hace temer otra tragedia, aunque según el gobernador Rodolfo Marco Torres, la situación ya está bajo control.
Entre gritos de auxilio aragüeños vivieron nueva tragedia del río El Limón