“Valle de balas, vivo en un valle de balas, valle de balas mi ciudad es tan brava…”, reza el coro de la icónica canción “Valle de balas” de la banda musical de ska Desorden Público. En el 2021, 24 años después del lanzamiento de esa canción, Jorge Echenique, conocido como “Mutombo, el Independiente” deconstruyó el popular tema y creó “Valle de Esperanza”, una canción en género rap donde profetiza las acciones necesarias que han llevado a parte del barrio La Dolorita de Petare, en el municipio Sucre del estado Miranda, a cambiar balas por libros.
Cinco años después, Mutombo se subió en el ARI Móvil de la Alianza Rebelde Investiga (ARI) de El Pitazo, Runrunes y TalCual, para contar cómo ese tema que surgió de la desesperanza, ha cambiado y sigue cambiando a su barrio, La Dolorita, gracias a sus acciones y las de sus vecinos.
Mutombo no dejó los versos del todo, de vez en cuando se anima a cantar rap, pero es de esos hombres que no solo le gusta soñar y hablar de cambios, sino que pasa a la acción. “Nosotros empezamos a construir un equipo en el barrio, entendiendo que tenemos que mantener la mente de los chamos ocupada”.
Estados Unidos alerta a sus ciudadanos a no viajar a Venezuela por peligro de ser detenidos
Ahora, él organiza torneos de pelotica de goma, caimaneras en canchas improvisadas de basket, lleva magos y castillos inflables para los niños, y busca acondicionar espacios con arte urbano. “Todo esto con la intención de darle otra imagen al barrio y que los muchachos tengan mejores perspectivas a medida que vayan creciendo”, aseveró Mutombo, a la par que resaltó y agradeció la colaboración de la población de La Dolorita.
Copia lo bueno, barre lo malo
“Ahora no es Valle de Balas, esa vamos a cambiarla. Mostremos la parte buena, limpiemos la parte mala”. -Fragmento de la canción “Valle de Esperanza”.
La sonrisa acompañó a Mutombo en toda la entrevista, incluso cuando contó que el inicio del cambio en su barrio no fue fácil. “Cuando comenzó eso (el cambio) el barrio era otra cara, estaba lleno de delincuencia y droga. Yo metido allí comencé a barrer”, explicó con esta analogía, para revelar que entre sus motivaciones estuvo el deseo de que la gente dejara de tener miedo de mudarse a su barrio, y así comenzaran a apreciar la buena convivencia y seguridad que cada vez más ofrece este lugar para niños y familias.
Con la idea de que el cambio funciona mejor cuando hay más personas involucradas, Mutombo ha invitado a los vecinos de otros sectores con el objetivo de que puedan inspirarse y terminen copiando estas acciones. “La Dolorita es muy grande, entonces sería un poco incómodo ver los resultados en mi sector y visitar otro sector y verlo más deteriorado. Por eso yo invito a la gente de otro sector para que vean la actividad, y que se copien”, compartió Mutombo.
Aunque hace cinco años el sueño de cambiar la violencia por la paz se veía difícil para Mutombo en aquel valle de balas, inseguridad alimentaria y de preocupación de los padres respecto a la educación de sus hijos, su persistencia logró contagiar a sus vecinos para sumarlos a la buena convivencia.
En el año 2021, cuando Mutombo comenzó a generar cambios, barrios como La Cota 905 y José Félix Ribas vivían frecuentemente enfrentamientos entre bandas criminales y con fuerzas de seguridad por la disputa y defensa de las zonas, según datos del Observatorio Venezolano de Violencia OVV en su informe anual de violencia del año 2021, en el que también evidencian que el 60,8% de los hogares entrevistados manifestó no haber contado con comida suficiente para su alimentación, y el 78% de manifestó estar bastante preocupados por no poder darle a sus hijos una buena educación.
El sueño más grande de Mutombo para La Dolorita: El boulevard de los valores
En la actualidad Mutombo no deja de soñar. Esta vez, Mutombo tampoco se da por vencido y ahora quiere convertir un callejón oscuro y solitario, en un boulevard de los valores dirigido a los niños de la comunidad.
“Lo que más he tratado de recuperar en el barrio son los valores”, confesó. Aunque aseguró que los valores deben ser enseñados por los padres, Mutombo tiene una visión muy aristotélica en la que ve a su comunidad como una posible segunda base formativa para los niños y jóvenes.
Monagas | Cinco fallecidos en vuelco de autobús donde viajaba equipo de fútbol infantil
Por ello, el callejón de los valores de Mutombo al recibir el apoyo deseado será una calle llena de los nombres de los valores pintados en las paredes de callejón, decorada con maceteros orgánicos, con bebederos de cemento para perros y donde no solo los niño puedan jugar, aprender y compartir, sino que además los vecinos se beneficien al poder montar un stand o un pequeño negocio.
Para La Dolorita el cambio aun continúa. Hay calles que alumbrar, callejones que recuperar, servicios de agua que atender y comunidades qué impactar. Sin embargo, la integración y la preocupación por los niños y por el entorno han sido muestra, para el ARI Móvil de la Alianza Rebelde Investiga, de una paulatina reconstrucción del tejido social a punta de motivar a los vecinos, de tomar consciencia de sus propias falencias, pero también de sus fortalezas locales y de sumar a la gente para que sean los protagonistas de su propia transformación.